La UPCT diseña la futura zona de bajas emisiones de Cartagena
Se creará un laboratorio urbano que monitorizará con minería de datos e inteligencia artificial los resultados en una experiencia piloto financiada con fondos europeos
Cartagena
Los cruces de las calles del Ensanche de Cartagena serán espacios urbanos más atractivos para peatones y ciclistas si se lleva a cabo la propuesta de Ordenanza de Zona de Bajas Emisiones que el profesor Salvador García-Ayllón, responsable del grupo de I+D de Política Territorial, Planificación Ambiental y de la Infraestructuras de la UPCT, ha elaborado para el Ayuntamiento de Cartagena.
La ordenanza de Zona de Bajas Emisiones, presentada a la Mesa de Movilidad de Cartagena, propone cuatro supermanzanas de calmado de tráfico, como las que ya existen en Barcelona, monitorizadas con tecnologías de la información y las comunicaciones. Las supermanzanas diseñadas están delimitadas por las avenidas Paseo Alfonso XIII y Reina Victoria y divididas por las calles Ramón y Cajal, Juan Fernández y Ángel Bruna. En una de ellas se realizarán las experiencias piloto.
“El planteamiento de las zonas de bajas emisiones en otras ciudades se limita a la restricción de acceso de algunos vehículos. En Cartagena, con esta propuesta, confiamos en obtener resultados similares con reducción de velocidad mediante estrategias de calmado de tráfico y el fomento en positivo de alternativas de movilidad sostenible, sin introducir restricciones”, indica García-Ayllón.
En el interior de estas supermanzanas los cruces modificarán su trazado viario mediante propuestas de urbanismo táctico que incorporarán más espacio para el peatón y mobiliario urbano para el disfrute de los vecinos, a la vez que una mayor facilidad para los desplazamientos por los carriles bici. La propuesta conjuga sencillas actuaciones de repintado de calzadas, convertidas en espacio público con jardineras, bancos y mesas, con sistemas de calmado de tráfico, ensayados con éxito en distintas ciudades europeas, a través de la alteración del trazado viario de las calles para reducir la velocidad efectiva de la circulación.
“Cartagena actualmente no tiene un problema de calidad del aire ni episodios de contaminación atmosférica derivados de la actividad del tráfico rodado”, según fuentes de la UPCT. “Se trata de encontrar la fórmula justa para mantener la funcionalidad de los desplazamientos a la vez que se producen los niveles de contaminación del tráfico rodado mediante el fomento de una movilidad más sostenible”.