La lluvia que trajo la Caridad y Sansón en Santa Lucía, entre las historias desconocidas de Cartagena

Cartagena

Muy buenas amigos. Como cada semana les invito a pasear y conocer nuestra Cartagena a través de sus pequeñas o no tan pequeñas historias, sus efemérides. Hoy veremos que pasaba en distintas épocas desde el 3 al 9 de octubre. Vamos a ello.

Empecemos con una de tantas entre el obispo de turno y Cartagena. El 4 de octubre de 1604 y, ante la falta de trigo que tiene el pósito de Cartagena y de necesitarse gran cantidad para atender a las fuerzas de Infantería de Marina que se van a embarcar en dicho puerto, el Ayuntamiento escribe al obispo de Cartagena para que le venda alguna cantidad.

El obispo contesta que no tiene un sólo grano, ya que el que recogió de los diezmos de esta ciudad, a excepción de 500 fanegas que había vendido al comerciante Octavio Corvasi, lo adquirió para la ciudad de Murcia.

Leída la carta del prelado, se acuerda por unanimidad el embargo de 500 fanegas de aquel trigo, y que sólo se dejen a Murcia 500 de las 1000 procedentes del obispo. Faltaría más.

El 9 de octubre de 1761, el Ayuntamiento, ante la terrible epidemia de tercianas que aflige a la población, acuerda que se saquen en procesión las imágenes de la Virgen del Rosell y los Cuatro Santos. A pesar del fervoroso ruego del vecindario, no llovió en nueve días. Por ello, se puso en rogativa a la Virgen de la Caridad consiguiendo que lloviera. Desde aquel día, se generó un entrañable amor por ella en el corazón de los cartageneros.

Ya saben ustedes que, desde entonces en Cartagena tenemos dos patronas, la Virgen del Rosell y la Virgen de la Caridad.

Además, el próximo año 2023, será declarado el año de la Virgen de la Caridad, para celebrar el tercer centenario de su llegada a Cartagena y también el centenario de su coronación canónica.

El 5 de octubre de 1879, fallece en Madrid uno de los más queridos y respetados hijos de Cartagena, el doctor en Medicina y Cirugía don Jacinto Martínez Martí. Uno de sus logros fue la creación del cementerio, cuyo nombre coincide con la onomástica de su malograda esposa, Nuestra Señora de los Remedios.

El 3 de octubre de 1898, fallece en Madrid Marcos Jiménez de la Espada, naturalista, historiador y geógrafo cartagenero.

El 4 de octubre de 1929, es dada de alta en la Armada española la grúa Sansón. Estando al mando un contramaestre mayor, contaba con una dotación que oscilaba entre 21 y 16 personas. Ya saben ustedes que cuando causó baja en la Marina no fue desguazada y la tenemos ubicada en la rotonda de Santa Lucía, para adornar el entorno del muelle de San Pedro desde el año 2001, a la entrada de la terminal de contenedores en Cartagena, convirtiéndose en un símbolo para la ciudad.

El 3 de octubre de 1970, se reinaugura el Nuevo Teatro Circo, con la actuación del Ballet Nacional de Pilar López.

Y, el 6 de octubre de 2018, se presenta en el Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy un cortometraje que condensa en 24 minutos la vida del teniente de navío Isaac Peral, creador del submarino. Es la primera película sobre el ilustre cartagenero, gracias al empuje e insistencia de Diego Quevedo, la persona que posiblemente mejor conozca la vida y obra de Peral.

También se debe a José Blas, director de la cinta, y a otros entusiastas que han hecho que fuese posible la elaboración de la película.

En las Historias desconocidas de la Historia conocida de Cartagena y, una vez acabadas nuestras Fiestas de Carthagineses y Romanos de este año, les invito a que viajemos a aquellos tiempos después de la toma de Cartagena por Escipión y, de paso investiguemos de donde viene la palabra ALUCINADO. Con toda seguridad ustedes conocen el cuadro que Federico Madrazo pintó y, que fue llamado “La Continencia de Escipión”

Pues bien, les cuento.

Una vez conquistada Cartago Nova por los romanos, los soldados llevaron a presencia de Escipión a una joven princesa de tal belleza que atraía todas las miradas a su paso. El General se informó sobre ella, enterándose que era la prometida de un jefe de Celtiberos, llamado Alucio.

Llamó a su presencia al prometido y, antes de dar audiencia a los padres le dirigió las siguientes palabras:

"Me han dicho que la amas con pasión y, su belleza me lo ha hecho creer fácilmente. Tu prometida ha sido respetada en mi campamento como lo habría sido en casa de sus padres. Te la he conservado como inviolable depósito para hacerte un regalo digno de ti y de mí. El único precio que pongo es que seas amigo del pueblo romano".

El joven, confuso y a la vez, rebosando de alegría le confesó que no podía pagarle dignamente aquello, puesto que no disponía de fortuna.

Seguidamente presentaron a Escipión a los padres y parientes de la joven princesa, quienes habían traído una considerable cantidad de oro y joyas para rescatarla, insistiendo éstos en que aceptase aquello como regalo al no considerarlo un rescate.

Ante tanta insistencia, Escipión hizo colocar el oro y las joyas a sus pies y dirigiéndose a Alucio le dijo:

"Además de la dote que recibirás de tu suegro, recibe de mí éste regalo de boda"

La leyenda popular dice que el nombre de Alucio fue asumido y modificado por el habla del pueblo llegando hasta nuestros días como la imagen que durante toda su vida dio aquel jefe de Celtiberos, ALUCINADO se quedó.

Amigos, les espero la semana que viene y, mientras tanto, cuídense mucho y sobre todo sean muy felices.