La cuenca del Segura, al borde de la alerta por sequía: la CHS cree que a partir de enero se pueden plantear restricciones al regadío
El organismo de cuenca advierte de que, si no llegan precipitaciones, habrá que aplicar restricciones y piden prudencia a los productores

Reunión de la Junta de Gobierno de la CHS / CHS

Murcia
El escenario de sequía puede empeorar en la cuenca del Segura en los próximos meses y el presidente de la Confederación Hidrográfica, Mario Urrea, ha puesto hoy sobre la mesa la posibilidad de que el regadío sufra restricciones ya a partir de enero. "Hay que ser muy prudente en los consumos. El sector agrícola debe saber que tenemos una probabilidad importante de que haya restricciones a primeros de año. Por lo tanto, todos aquellos cultivos de hortícolas, que exigen una programación, deberán tener en cuenta esta situación", ha dicho este viernres Urrea.
Ha sido antes de la reunión de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura, en la que se ha hecho balance del año hidrológico que finalizó el 30 de septiembre. El informe presentado pone de manifiesto que "los riegos del año hidrológico 21/22 se han podido terminar con total normalidad", según Urrea.
Aunque no ha ocultado su preocupación por lo que puede pasar en el último trimestre de 2022: "El sistema del Trasvase Tajo-Segura se encuentra ya con una declaración de sequía prolongada, que está suponiendo un estrés hídrico en la cabeza del Tajo y una minoración de las disponibilidades en la cuenca del Segura".
Con las reservas que asignadas en la cuenca asignadas al Trasvase y la producción de agua desalada, la CHS confía en poder afrontar en principio sin dificultad los primeros meses. Sin embargo, de no producirse precipitaciones en octubre y noviembre, el organismo de cuenca ya estudia las medidas que deberían adoptarse: "Nuestras simulaciones nos llevan a que sea posible que en noviembre empecemos una situación de alerta. Deberían darse dos meses consecutivos para entrar en un escenario de sequía. Vamos a esperar a ver qué pasa", dice Urrea. Añade que "si las lluvias no se produjeran, a partir de diciembre tendríamos que empezar las actuaciones del Plan Especial de Sequía: una, las restricciones al regadío y, dos, también sería necesario tramitar un decreto de sequía, que requerirá más tiempo".
En este escenario, se ha mostrado de acuerdo con la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que los dos últimos meses ha dejado a 0 las derivaciones para regadío del Tajo al Segura a través del Trasvase, que Urrea dice que se encuentra al límite del nivel 4, lo que implicaría que no se autorizarían desemblases ni siquiera para consumo humano: "Si las reservas que tenemos y la capacidad de desalación nos permiten aguantar varios meses, parece prudente no arriesgarse a entrar en un nivel 4 que dejaría a dos millones y medio de ciudadanos en una situación muy precaria, como se produjo en 2017".

Lázaro Giménez
Periodista de la Cadena SER en la Región de Murcia




