Opinión

El micromentario de Pepe Belmonte: 'Feijóo y los okupas'

Escucha la columna de opinión del catedrático de Literatura de la UMU para Hoy por hoy Murcia

El micromentario de Pepe Belmonte 'Feijóo y los okupas'

Murcia

Feijóo, que, por sus continuas meteduras de pata y su escasos conocimientos de Economía, no termina de consolidarse como el líder que muchos esperaban para buscar una alternativa al actual gobierno de la nación, ha conseguido, sin embargo, dar un sonoro golpe sobre la mesa, llamando la atención de los españoles con sus ideas en lo referente a la ocupación ilegal de viviendas, con su “tolerancia cero”, al tiempo que propone desalojos exprés y penas para los infractores de hasta tres años de cárcel. El golpe de efecto ha sido inmediato, y no sólo para los que gozan de una segunda vivienda a muchos kilómetros de su residencia habitual.

De entrada, las cifras dan la razón a Núñez Feijóo. Dicen las estadísticas que, en los mejores casos, se tarda un mínimo de un mes en echar a los okupas. Y que, si el asunto se complica, que es casi siempre, nos vamos al medio año, como poco.

Las soluciones que proponen los expertos en la materia tampoco son nada del otro jueves, ni creo que pongan fin al problema: alquilar legalmente la vivienda, visitar con frecuencia el inmueble para comprobar que no hay nadie dentro, o recurrir a puertas y ventanas blindadas, que cuestan un ojo de la cara.

La “okupación” de casas ha dejado de ser una necesidad –que también lo es, por la falta acuciante de viviendas sociales en España– y se ha convertido en un negocio, una trapacería de marca mayor en la que ya intervienen las mafias.

Alguien –Feijóo, Sánchez o el sursum corda–, del mejor modo posible, debería poner fin a este tipo de actuaciones que dan una imagen de país tercermundista, de nación bananera, que nos proporciona tanta mala fama entre esos extranjeros que tienen la sana intención de comprar una vivienda vacacional en España y ya no preguntan por el clima, ni por la gastronomía, ni por los impuestos, ni siquiera por el precio del metro cuadrado, sino por ese deleznable fenómeno, impropio del siglo XXI, que es la ocupación ilegal.

Pepe Belmonte