Agustín Ramos quiere seguir en el Real Murcia pero pone la presidencia a disposición de cualquier murcianista

Murcia

"El principal perjudicado de la ruptura del acuerdo con Felipe Moreno soy yo". Así de contundente ha sido Agustín Ramos, el presidente del Real Murcia, en la rueda de prensa que ha convocado este lunes para dar explicaciones sobre la ruptura, que está "al 99%" roto, si no al 100%, del acuerdo que Felipe Moreno y el propio Ramos llevaban meses trabajando.

Ramos ha explicado que pone su cargo a disposición del que quiera entrar: "Pongo a disposición la presidencia del Real Murcia para que si hay alguna persona que quiere aportar, que quiere aportar y que entienda que puede hacerlo mejor que yo, yo estoy totalmente de acuerdo. Si algún accionista está preparado para hacerlo, si el señor Felipe o quién sea quiere cogerlo, dejo claro una cosa: dentro de que haya o no un entendimiento de las condiciones, yo le he dicho que doy un paso atrás, que él me paga las acciones de la forma que sea y él entra en el club".

Ramos ha explicado, uno por uno, los puntos por los que el acuerdo entre ambos ha estallado por los aires a dos días de la Junta de Accionistas del Real Murcia. El primero de ellos es la falta de confianza que ha quedado patente en la última semana y que ha provocado recelos por las dos partes en los últimos días. Estos son los puntos del desacuerdo:

1. Responsabilidad. El presidente Ramos explica que una de las cláusulas que quería poner Felipe Moreno en el acuerdo era que el expropietario del Leganés no tendría ninguna responsabilidad sobre deudas que el Real Murcia tuviera y que no fueran conocidas. Cuestión que Ramos rebatía con él mismo ha tenido que pagar muchas de estas deudas, que son del club y que tienen que hacerse frente.
2. Tangibles e intangibles. Desde un primer momento los dos empresarios dijeron que irían al 50% en acciones y poder en el Real Murcia. Uno de los problemas es que la valoración del acuerdo de Felipe Moreno con Mauricio García de la Vega, explica, no está cuantificado hasta que no se ejecute esa opción de compra, por lo que la valoración real no es puede hacer hoy hasta que esa opción de compra sea ejecutada por Moreno.
3. Mauricio García de la Vega. Agravó el problema de confianza Mauricio García de la Vega con el escrito que el pasado viernes llegó a Nueva Condomina dirigido por el empresario mexicano. Ramos no entiende los motivos de que en ese escrito no se especificara, al menos, que De la Vega tiene un acuerdo con Moreno que está pendiente de ejecución, cuestión que llena de incertidumbre la Junta de Accionistas.
4. Andrés López. La figura del abogado de Moreno, que los dos aceptaron para redacción del contrato entre ambos ha supuesto un problema en la última semana. Más allá de los tres consejeros que iban a designar cada uno de ellos para el nuevo Consejo de Administración, Moreno quería que el abogado Andrés López se convirtiese en un mediador en caso de conflicto. A lo que Ramos respondió que en ese caso, debería de haber dos o uno imparcial, no el designado por Moreno.
5. Derecho de arrastre. Por último, la reunión que mantuvo el propio Andrés López con Francisco Tornel, Paco García (Prevemur), Mariano Albaladejo (Gesa) e Higinio Pérez Mateos no era un problema en sí, porque Agustín Ramos ha reconocido que era conocedor del encuentro. Pero sí es un problema la petición del derecho de arrastre: "A Andrés no le gustó que yo no aceptara la propuesta del arrastre. No tengo nada en contra de ninguno (de esos cuatro accionistas), pero si hacen una propuesta que no es la justa para todos es decir que no estoy de acuerdo. Yo digo que para todo el mundo o para nadie". Además, ha explicado que él se compromete a pagarle las acciones a todo el mundo, pero sin derecho de arrastre.