El MITECO destina 840 millones a prevenir inundaciones en el Valle del Guadalentín, Mar Menor y Vega Baja del Segura

Murcia

El Valle del Guadalentín, el Mar Menor y la Vega Baja del Segura concentrarán las principales inversiones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico destinadas a luchar contra las inundaciones tras aprobarse por parte del Consejo de Ministros este martes la actualización de los planes de gestión de riesgo de inundaciones (PGRI), según han informado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Segura. Estos planes son una herramienta para planificar y reducir el riesgo de inundación en los próximos seis años.

Dice el organismo de cuenca que del total de esa inversión para el periodo 2022-2027, se incluye una cantidad para la prevención y preparación anual, que requerirán unos 107 millones anuales y otras inversiones puntuales y concretas, que llegarán a los 733 millones. El presidente de la CHS, Mario Urrea, en el Valle del Guadalentín, está prevista la presa de Béjar y el corredor verde entre Béjar y Biznaga y en el Mar Menor se contemplan soluciones basadas en la naturaleza, como corredores verdes y zonas de almacenamiento controlado. En la Vega Baja del Segura, se contemplan inversiones para su defensa como la prensa de Tabala o corredores hidráulicos.

A través de un comunicado, el MITECO ha detallado que estos planes "incluyen medidas que consideran todas las fases del ciclo de gestión del riesgo, prevención, protección, preparación y recuperación". Los PGRI "profundizan especialmente en el estudio del impacto del cambio climático para prepararse a sus peores impactos, de acuerdo con la Directiva de Inundaciones y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Por ello, se ha analizado el impacto que puede ocasionar el cambio climático en las Áreas de Riesgo Potencial Significativo de inundación (ARPSI) designadas en los planes".

En los nuevos planes de gestión del riesgo de inundación también se potencia la ejecución de medidas que incrementen el espacio fluvial, recuperación de hábitats, creación de llanuras de inundación y retranqueo o eliminación de obras de protección obsoletas o con poca funcionalidad, todo ello en coordinación con la planificación hidrológica y la protección de los hábitats y especies.

Al mismo tiempo también se incluye la ejecución de actuaciones estructurales que reducen la peligrosidad de formas puntual en zonas generalmente urbanas o que tienen impacto sobre infraestructuras que afectan a la seguridad de las personas, combinadas con otras actuaciones de gestión y avaladas por estudios de coste-beneficio que justifican la viabilidad de la alternativa seleccionada.