Estudian en Alhama de Murcia la 'sima más caliente del mundo' para prevenir terremotos

Lorca

Investigadores del Instituto Geológico Minero de España van a desarrollar un proyecto en el laboratorio sísmico de la falla de Alhama de Murcia para prevenir terremotos. En este lugar conocido como la 'Sima más caliente del mundo' o la 'Sima del Vapor', ligada a los terremotos de Lorca de mayo de 2011, encontramos temperaturas de hasta 40 grados, un 18% de oxigeno, humedad, gases tóxicos a unos 15 kilómetros de profundidad y radón: un elemento químico. En esta cueva los investigadores han detectado emisión de gases antes de producirse un seísmo gracias a la monitorización. Ahora el objetivo es monitorizar los datos en tiempo real.

Raúl Pérez, Geólogo del Instituto Geológico y Minero de España ha estado en Hoy por Hoy Lorca y ha asegurado que este lugar es una oportunidad para averiguar si existen precursores sísmicos. "Es un laboratorio sísmico que nos da la oportunidad de predecir precursores sísmicos y aquí encontramos gases relacionados con la actividad de los terremotos que se producen ahí abajo. El gas radón es una consecuencia del dióxido de carbono que sube desde el interior de la tierra y estamos usando ambas señales como potencial precursores de actividad sísmica y la ventaja de la cueva es que nos permite meternos dentro del corazón de la falla, la responsable de los terremotos", ha indicado que el investigador que ha explicado que hasta ahora, en la falla han obtenido datos a posteriori que permiten saber que señales son válidas para prevenir un terremoto pero necesitan datos en tiempo real y que tendrían que producirse seísmos de una magnitud mayor de 3 o 4 grados para poder obtener las correlaciones.

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"Las cuevas son entornos muy hostiles para la electrónica y lo ideal sería que los sensores que ponemos transmitieran en tiempo real y así ver si se va a producir o se está produciendo una intensidad en los gases. Con este proyecto intentamos hacer eso, la falla ya estaba monitorizada pero obteníamos datos a posteriori" , ha informado Raúl Pérez.

Hay que destacar que los expertos solo pueden bajar un máximo de nueve horas al año a esta cavidad porque hay radiaciones y poco oxígeno. "Estar dentro de este lugar es complicado porque puedes sufrir un golpe de calor y desmayarte. Además hay poco oxigeno si en la atmosfera respiramos un 23% en la falla hay un 18% y puedes marearte".

Para poder obtener los datos en tiempo real, el Ministerio de Ciencia va a financiar este proyecto. único en el mundo, con un importe de 150.000 euros y en caso de éxito, el estudio podría exportarse a otras zonas y anticipar terremotos como los de Turquía y Siria. "Se podría exportar si tuviéramos las condiciones y tenemos la suerte de tener la Sima del Vapor en España. Se pusieron en contacto con nosotros unos griegos y americanos. El problema es que son lugares muy difíciles de acceder y estamos investigando la posibilidad de meter los sondeos a más de 50 kilómetros de profundidad para hacer un seguimiento".

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"Se van a seguir produciendo terremotos, no podemos pararlos"

El geólogo ha explicado que de momento no se pueden predecir seísmos pero si prevenirlos. "Tenemos que monitorizar las fallas pero más allá del sismógrafo pero necesitamos más datos para poder obtener el mecanismo y avanzar en el campo de la predicción", ha comentado Raúl.

En 2017 los investigadores ya estuvieron instalando tubos desde la entrada de la sima hasta los 80 metros de profundidad, con sensores en los extremos de estas conducciones. "Quiero dar las gracias al Ayuntamiento de Alhama de Murcia, a la Consejería de Cultura y Bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios de Lorca que nos ayudaron a meter el tubo. Si hubiese un terremoto más grande iríamos rápidamente para analizar esos gases".

En un mes los investigadores del Instituto Geológico Minero de España volverán a la falla de Alhama para cambiar baterías, recoger datos y comenzar la nueva investigación.