La economía murciana prospera con menor dinamismo, según el CES

Murcia

El impacto de la guerra de Ucrania provocó según el CES una escalada en los costes energéticos, con la consecuente repercusión en los gastos generales de las empresas y en los precios minoristas. Los tipos de interés también se encarecen. Los precios, de esta manera, se convierten en el talón de Aquiles de una economía que evoluciona mejor de lo esperado en España y con menor dinamismo en la Región de Murcia.

Según el informe del CES, el sector agrario atraviesa por un año complicado tanto por el problema del agua como por el aumento de los costes de producción, lo que deteriora la renta agraria.

En cuanto a la industria regional continúa recuperándose del deterioro ocasionado por la pandemia. Crece de nuevo, pero con menos dinamismo que en el año anterior.

Por su parte, la construcción prolonga la senda alcista y avanza de nuevo con vigor. Lo impulsa sobre todo la obra pública, mientras que la construcción de viviendas contribuye menos de lo esperado a la mejora productiva

El sector servicios crece con robustez, hasta completar, o quedar muy cerca, la restauración de la pérdida productiva que generó la pandemia, con la excepción del comercio. El comercio exterior de mercancías experimenta en 2022 un crecimiento nominal sobresaliente y discreto en volumen.

Gran parte del crecimiento de la economía regional se sustenta en el dinamismo mostrado por la demanda interna. En gran medida proviene del efecto rebote, mediante el que se recupera una demanda aletargada por las restricciones. Pero se esperaba más dinamismo, antes de que el escenario económico empeorara tras el conflicto bélico en Ucrania, lo que desencadena un proceso que retrae la demanda y la inversión.

Por ello, el segundo semestre es muy diferente al primero, caracterizado por un significado debilitamiento. La inflación elevada se enquista como la principal turbulencia económica.

En cuanto a los costes laborales y salariales, se contienen, por lo que con la inflación acelerada, esta moderación erosiona notablemente el poder adquisitivo de los trabajadores.

Añade el informe que las cuentas públicas de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia siguen en una situación de elevado déficit. La cuantía de los ingresos no financieros en los once primeros meses de 2022 se contrae en un 8,8%. Los impuestos indirectos también se contraen, siendo el IVA y los impuestos especiales los principales responsables de esta evolución, mientras que se elevan los impuestos directos.

Recuerda el CES que el déficit de la CARM con  relación al PIB regional es el mayor de todas las comunidades autónomas,  mientras que el peso de la deuda pública regional en noviembre sólo es  superado por el de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla-La Mancha.

Sobre el empleo, señala que sigue creciendo, aunque con señales de agotamiento. El incremento de la ocupación favorece  a mujeres, jóvenes y personas de nacionalidad extranjera. Añade que aunque es pronto para lanzar conclusiones sobre sus efectos, se anticipa que el empleo indefinido se expande y el temporal entra  en receso. Los datos de afiliación en alta laboral a la Seguridad Social también confirman la solidez mostrada por el mercado laboral.

El paro regional camina asimismo por sendas descendentes, pero no se divisa el retorno a los niveles previos a la Gran Recesión. El paro juvenil se reduce, pero sigue en niveles altos.

Para el CES la reforma laboral propulsa a su vez la cifra de contratos indefinidos de  manera extraordinaria, cercana al cuádruple, con un mayor peso de los de  carácter fijo discontinuo, a la vez que retroceden con gran vigor los contratos  temporales y la conflictividad laboral empeora