Vista Alegre lucha por reconocer la labor del 'Alma Mater' del pueblo cartagenero

Cartagena

El pueblo de Vistalegre se moviliza para devolverle a Antonio Bermejo Hurtada, cura de la barriada de Vista Alegre, Cartagena, último cura obrero de la Región de Murcia, la dedicación y el cariño con el que ha tratado a la localidad durante toda su vida.

Desde joven tuvo claro que quería dedicar su vida a divulgar la palabra de Jesucristo. Estudiando en el seminario aprovechaba sus vacaciones para asistir a trabajar al campo y así pagarse los estudios. Con su humildad y alegría ofrecía la catequesis y ayudaba a los más necesitados.

A España a finales de los años 60 llegó un movimiento nuevo dentro de la iglesia, como Antonio surgieron un buen número de curas obreros, que abandonan las ventajas y excelencias de poder. Y siendo coherentes con lo que el evangelio les exige, bajan de los púlpitos, e imparten su doctrina de fe entre el pueblo, viviendo como un obrero más.

Tras una breve estancia en Alumbres y Roche Antonio llegó a la barriada de Vista Alegre, trabajaba en una droguería cartagenera, como complemento a su labor pastoral.

Antonio Bermejo fue el primer presidente de la asociación de vecinos. Luchó por terminar la red de alcantarillado, asfaltado de calles, construcción del colegio, instalación de semáforos y mejoras en el transporte público entre Cartagena y la Unión. Para conseguirlo no dudaron en realizar cortes de carreteras y vías del tren. Antonio Trabajo desde 1971 hasta su jubilación en la droguería Almacenes Ayala. Siendo parte activa de las luchas por derechos laborales. Ostento el puesto de delegado de Uso y CC OO durante más de 35 años.

Antonio Bermejo Hurtado es Medalla de Oro de la Muy Noble, Leal y Siempre Heroica Ciudad de Cartagena, otorgada en 2018 por unanimidad de todos los grupos políticos e infinidad de colectivos que se unieron a la concesión. El festival del cante de las minas de La Unión también ha reconocido su labor y vinculación. Ahora sus vecinos y amigos luchan para que el consistorio le otorgue su nombre a una de las plazas de la barriada de Vista Alegre.

Así mismo hace unos días, los vecinos le rindieron un emotivo homenaje honorifico de reconocimiento y gratitud a toda una vida de sacrificios, de entrega y amor al prójimo. Le hicieron entrega de una placa honorifica y un cuadro dibujado con su imagen y el fondo del Cristo de la ermita del Ferriol, elaborado por su amigo y vecino Kiko Bueno. Esta inesperada muestra de cariño emocionó y alegró mucho al ya jubilado, pero aun activo cura. Este cuadro, destinado a estar expuesto en el salón sociocultural y parroquial ha sido retirado incomprensiblemente, según han manifestado los vecinos.

Los vecinos se muestran molestos por la retirada en el centro de una placa conmemorativa a su figura que le regalaron hace semana, y luchan por la continuidad social y parroquial del centro, a lo que se opone el Obispado en la actualidad, según nos han contado.