La música luminosa de El Arrebato inunda Cartagena

Cartagena

La actuación de Javier Labandón, más conocido por su apodo artístico de “El Arrebato” era largamente esperada en Cartagena. Su anterior concierto en El Batel tuvo lugar en 2012 en un recordado Escenario Dial. El sábado 6 de mayo, mientras las calles de la ciudad bullían a los sones de la música en los escenarios repartidos por el centro y las barriadas, y el rebujito corría para celebrar las Cruces de Mayo, El Arrebato, traía un ramillete de canciones para alegrar cuerpos y almas.

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En esta ocasión, una legión de seguidores le aguardaban con devoción casi religiosa, llenando hasta la bandera la sala principal del Palacio de Congresos y Auditorio El Batel de Cartagena.

Tiene su música la virtud de levantar el ánimo y alegrar los corazones, y el propósito quedó largamente conseguido. Desde la primera nota los espectadores corearon de manera entusiasta sus canciones, que forman parte de la memoria colectiva desde que se subiera a un escenario por primera vez, de manera profesional, hace ahora 23 años.

Arropado por una impresionante banda, con guitarra eléctrica, teclados, bajo, guitarra flamenca, batería y dos coristas (voces femenina y masculina) fue repasando un repertorio que se cuenta por éxitos en la radio y de ventas. Estas canciones forman parte de un recopilatorio llamado “Abrazos”, que se publicó en 2020, pero cuya gira se tuvo que aplazar por las circunstancias sanitarias acaecidas ese año, de modo que se está llevando a cabo ahora.

A lo largo del show, de dos horas de duración, el artista sevillano, autor en letra y música de sus canciones, por lo que cabría denominarle cantautor, cantó himnos intergeneracionales como “Un amor tan grande”, “Aquí me tienes”, “Que salga el sol por donde quiera”, “Cuando quieras quiero”, “Primaveras en el pelo”, “Dime tu nombre”, “A mi na má”, “Háblame del sur”, “Poquito a poco”, “Una noche con arte”. “Gente luminosa”, y tantas que forman parte de esos momentos festivos y felices que han ido jalonando nuestras vidas.

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En el tramo final del concierto, dos canciones que desataron la locura en el auditorio: “Búscate un hombre que te quiera” y el “Himno del centenario del Sevilla F.C.”, que dedicó, como siempre hace, a Antonio Puerta, el mítico número 16 sevillista, que falleció en 2007 a consecuencia de un ataque cardiaco durante un partido.

La música de Javier Labandón trasmite una felicidad y optimismo, pese a la crudeza de algunas de sus historias, que tiene su origen en la forma de ver la vida de alguien que tuvo una infancia feliz, pese a las limitaciones y privaciones de la época, que vivió en primera persona. Contó que de niño, en su casa de un barrio del extrarradio sevillano, en tan solo 54 metros cuadrados, vivían sus padres, 8 hermanos, de los que él era, y sigue siendo, el más pequeño, y un perro, un loro y una tortuga. Pese a lo humilde de la vida de aquellos años, en su casa siempre había música, y con una guitarra fue dando forma a sus sentimientos para convertirlos en lo que ahora son, canciones llenas de vida y en una profesión en la que, a base de hacerse querer y de

un trabajo realmente admirable, ha conseguido mantenerse en lo más alto durante más de dos décadas.

Alicia Jiménez

Tuvo El Arrebato unos instantes durante su show para ensalzar la figura y la voz de una artista grande, que en esta gira le hace coros, pero que lleva una sólida carrera en solitario, lenta pero segura, que merece consolidarse y llevarla a alcanzar el estrellato. Se trata de Alicia Jiménez, joven jerezana que desde hace más de una década, y pese a su juventud, lucha por obtener un merecido reconocimiento, cuyas canciones se pueden escuchar en Radiolé. Con Javier Labandón interpretó, en el centro del escenario, una de las canciones del show, protagonizando uno de los momentos más emotivos de la noche.