Las lluvias comienzan a causar estragos a los agricultores de fruta de hueso que no pueden recoger las cosechas

Cieza

Está claro que nunca llueve a gusto de todos tal y como dice el refrán. Resulta curioso que dentro de un mismo sector -el agrícola- lo que, para algunos agricultores, como los de secano en el Altiplano, sobre todo, está resultando un alivio, para otros, tantos días de precipitaciones se está convirtiendo ya en una preocupación.

Eso es lo que les está ocurriendo a los productores de fruta de hueso de la zona de Cieza, quienes se encuentran a estas alturas en plena campaña de recolección de fruta temprana, sobre todo albaricoque y con las parcelas anegadas por la lluvia debido a que el terreno no puede absorber tanta cantidad como se acumula de todos estos días de tormentas, por lo que hace que prácticamente imposible el que se pueda trabajar en estas labores.

Según explican los agricultores, la fruta hay que recogerla porque además de que la lluvia provoca daños directos en el fruto, está madurando en exceso en el árbol por lo que pierde valor en el mercado.