Historias desconocidas de Cartagena con Juan Manzanares

Cartagena

Muy buenas amigos. Como cada semana les invito a pasear y conocer nuestra Cartagena y su comarca a través de sus pequeñas o no tan pequeñas historias, sus efemérides. Hoy veremos que pasaba en distintas épocas entre las fechas del 29 de mayo al 4 de junio. Vamos a ello.

El 1 de junio de 1533, después de varias expediciones, tras obligar a internarse a los indios en la jungla, Pedro de Heredia descubre una laguna a la que se entra por una estrecha bocana. En su interior aparecen tres dársenas sucesivas a las que los españoles bautizan con los nombres de Boca Grande, Caldera y Boca Chica. Al fondo, aparece una península arenosa unida a tierra por un istmo que será bautizada como La Caleta. Y se la llama, en recuerdo a la patria chica de la mayoría de sus marineros, con el nombre de Cartagena de Indias.

El 2 de junio de 1604, un pescador llamado Lorenzo Gutiérrez captura un emperador de cuatro arrobas, tamaño que no se ha visto nunca. El alcalde lo compra y se lo envía al marqués de los Vélez. Pues menos mal que se lo compró porque si no el pobre pescador se habría quedado sin el emperador y sin el dinero y, las medallas para el alcalde.

El 1 de junio de 1851, nace, en el callejón de Zorrilla, de Cartagena, Isaac Peral y Caballero, que inventará el submarino armado con torpedos. La apasionada controversia de que serán objeto su invento y su persona, darán a Cartagena el alto honor de haber servido de cuna a tan sabia e ilustre persona.

El 2 de junio de 1899, un puñado de soldados españoles, parapetados dentro de una iglesia del poblado de Baler, en la isla de Luzón, en Filipinas, capitulan arriando la bandera española. De Cartagena había salido en el año 1896 un cuerpo expedicionario, formado por 1.200 hombres, a bordo del vapor San Fernando. Se darán casos heroicos, como los protagonizados por los infantes de Marina, Rama y Cancela, que defenderán su posición a fuego y machete hasta la muerte. Cavite se perderá en mayo del 1898 y Manila en agosto. Pero en el poblado de Baler el teniente Saturnino Martín, con sus soldados, se negará a capitular creyendo que España aún resiste. La paz se firmará con el Tratado de París, el 10 de diciembre de 1898, pero nuestros soldados resistirán varios meses más, al no aceptar la derrota. Serán los últimos de Filipinas.

El 29 de mayo de 1902, es el Corpus Christi y, en la plaza de San Sebastián, frente a las puertas de Capitanía, la Banda de Infantería de Marina estrena el pasodoble inmortal Suspiros de España, cuyo autor es nuestro querido maestro Antonio Álvarez Alonso.

Y, el 30 de mayo de 1987, se presenta oficialmente el Himno a Cartagena, en la plaza del Ayuntamiento. La letra es elegida mediante un concurso literario en el que se alza vencedor Ángel Roca Martínez. La música ha sido compuesta por el maestro Manuel Díaz Cano y es interpretada por la Masa Coral Tomás Luis de Victoria y la Coral Carthagonova, dirigidas por Juan Lanzón y José Espinosa, respectivamente, acompañados por la Banda de Música del Tercio de Levante de Infantería de Marina, dirigida por el maestro Codina Bonet.

En la Historias desconocidas de la Historia conocida de esta semana, hoy les voy a hablar de un pregón que ordenó publicar el alcalde de entonces, relativo al cáñamo y al esparto que se usaba para fabricar calzados, cuerdas y maromas para los barcos. Les cuento, que esto tiene su enjundia.

Corría el mes de mayo del año 1630 y, en la pequeña plaza situada en la Puerta de San Ginés, comenzó a sonar estruendosamente el redoble del tambor, que predecía a que el pregonero iba a informar de algo importante y extraordinario.

Acudieron los vecinos de ese barrio en tropel, y cuando el atambor dio el último redoble, se hizo el silencio, y el escribano del Ayuntamiento leyó en voz alta:

“El Alcalde ha tenido conocimiento que, en esta ciudad se hace mucho calzado de cáñamo y esparto, además del utilizado para fabricar cuerdas y maromas para los barcos. Y que la mayoría de dicho material se hace traer de Valencia”.

“Habiendo examinado el propio Alcalde alguna partida de cáñamo procedente de aquella ciudad, ha observado que su calidad deja mucho que desear ante los materiales que proceden de nuestra tierra, por lo que manda y prohíbe que se comercie con cáñamo valenciano y, que en adelante, éstos materiales se adquieran en uno de los dos comercios que venden productos de Cartagena y su campo, al ser de mayor calidad que el traído de Valencia, bajo pena de 600 maravedíes a los que comercien con los materiales de aquella ciudad.”

Algún tiempo después, los comerciantes de Valencia denunciaron y demostraron a la Justicia que las dos tiendas de cordelerías y zapatos eran propiedad de aquel alcalde.

Supongo que, como mínimo, lo apartaran del cargo y la cayera todo el peso de la Justicia.

Pobres valencianos, con lo orgullosos que estaban de su cáñamo.

Lleven cuidado donde compran para este verano zapatos de suela de cáñamo que, creo que se están poniendo de moda, no vaya a pasar como en el año 1630.

Amigos, espero que estas efemérides hayan sido de su agrado. Les espero la semana que viene y, mientras tanto, cuídense mucho y, sobre todo sean muy felices.