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Opinión

El micromentario de Pepe Belmonte: "Oh, sarna, en el Cielo"

Columna de opinión del catedrático de Literatura de la UMU para el programa Hoy por hoy Murcia

El micromentario de Pepe Belmonte: "Oh, sarna, en el Cielo"

Murcia

En cierta ocasión, oí preguntar a mi madre que qué puñetas tenía que ver Dios con la sarna, sin que la familia llegáramos a comprender lo que en realidad quería decirnos.

Y sucedía así porque cuando iba de vez en cuando a misa, que muy beata no era la tía Maruja, escuchaba de boca del cura decir aquello de “Hosanna en el Cielo”, texto procedente de aquel salmo en cuyo estribillo se dice “Bendito el que viene/ en nombre del Señor/ hosanna en el cielo”.

Con lo que mi madre, que seguramente no andaba bien del oído ni tenía grandes conocimientos teológicos, interpretaba el cántico como “Oh, sarna, en el Cielo”, dando por hecho que en el mismísimo Paraíso se había propagado la enfermedad entre los propios ángeles.

Me he acordado de la pregunta tan estrambótica de mi madre, porque estos días, mientras el PP intenta llegar a un acuerdo con Vox, pero sin la presencia de Vox en el Ejecutivo, para formar gobierno en la Región de Murcia, los medios de comunicación se ocupaban también de dar la noticia de la aparición de un brote de sarna, que es una enfermedad infecciosa de la piel, en una residencia del barrio murciano de San Basilio.

Una enfermedad de ricos, por cierto, que ahora está afectando a las personas más humildes. Porque en estos últimos tiempos, la gente caprichosa y con pasta que viaja a países exóticos, es la que se trae consigo enfermedades que ya creíamos erradicadas por completo en nuestro país.

A todos y a todas, feliz verano y que voten lo que, en conciencia, consideren oportuno. A mí ya me conocen: siempre apostaré por todo lo que tenga que ver con el progreso y la cultura.

En todo caso, después del 23 de julio, que ya está a la vuelta de la esquina, la persona que salga elegida será mi presidente. Y a quien le pique -y esta vez no lo digo por lo de la dichosa sarna-, que se rasque.

Nos vemos en septiembre.

Pepe Belmonte