Ismael Mascarell, el Director

Murcia

Conocí a Ismael Mascarell allá por 1993. Por entonces, yo era un joven director de una emisora relativamente pequeña, Ávila, y estaba a punto de pasar a formar parte de la Cadena SER, en pleno proceso avanzado de absorción de Antena 3 de Radio, a la que pertenecía, por la compra de las acciones de Jesús de Polanco al Conde de Godó, lo que vino en llamarse en algunos ámbitos periodísticos como el “antenicidio”. A las 0 horas del 4 de Junio de 1994, Ávila, que era junto a Guadalajara la única capital de España dónde la SER adolecía de emisora alguna, cambiamos el botón que apagaba una señal y daba inicio a otra, conectando con el programa “El Larguero” y comenzando así las emisiones de la histórica señal de la Sociedad Española de Radiodifusión.

Unos meses después, en Sevilla, en la primera Asamblea de Directores de la Cadena SER a la que acudía, tuve el honor de conocer a Ismael Mascarell Cubells (Alcira 1934-Murcia 2023). Por entonces, Ismael era el director de Radio Valencia, en una época en la que a los directores de los centros territoriales más importantes de España se les miraba con un respeto casi reverencial. Como sucedía también con Martí en Cataluña, Gutiérrez en Extremadura, Vergara en Andalucía, aun cuando entonces no existían las direcciones regionales ejecutivas, el peso del director en la programación y en la línea de las emisoras era diferencial, y muy acusada.

Ismael, del que yo ignoraba entonces su paso por mi querida y añorada Radio Murcia, rompía absolutamente con ese estereotipo de director plenipotenciario, distante, casi de virrey territorial. Antes bien, era educado, humilde, amable, amigo de acercarse a los más jóvenes, aun cuando su sola presencia causaba un inmenso respeto.

Fue muchos años después cuando pude conocer su decisivo paso por Radio Murcia, aquella emisora de onda media que oía en la huerta con mis abuelos, y mi respeto por su figura, se tornó en admiración. Mi nombramiento como director de Radio Murcia en 2012, me proporcionó entre otras inmensas fortunas, la de reencontrarme físicamente otra vez con Mascarell, pero ante todo, ser testigo directo de su legado, su obra, y directamente beneficiario de la inmensa transformación que, durante su etapa directiva, implementó en la vieja Radio Murcia, y aún añadiría que en la propia radiodifusión murciana.

Porque Ismael fue un gran transformador. Él cambió la radio de discos dedicados, de partes, y de música de piano, por una radio moderna, rabiosamente informativa, una radio de calle y unidad móvil, y una radio de éxitos musicales. Todo ello, en un entorno histórico convulso y complicado, a la vez que transgresor. Los viejos estudios de Radio Murcia en el céntrico callejón de Lucas, se llenaron de jóvenes talentos que habrían de ser historia viva de la radio murciana. Y sin lugar a dudas, se puede decir que, junto a Adolfo Fernández, fueron los grandes modernizadores de la radio regional que, con el liderazgo de ambos, dio un paso de gigante hacia el futuro.

Le busqué a mi llegada, y le encontré apenas a unos metros de la Radio, dónde vivió sus últimos años, en esta tierra qué, aunque no era la de cuna, tanto quería y amaba. Tuve todavía la fortuna de poder disfrutar de sus consejos, de sus historias de la radio, de la vieja radio que me encantaba escuchar de su boca y, humildemente, también de rendirle en vida, todo el afecto, el tributo y el recuerdo, que su inmensa figura profesional merecía.

Me costó convencerlo para que acudiera al 85º Aniversario de la radio, de su radio, pero aquí estuvo en la calle Radio Murcia, que fue su casa durante muchos años. Estuvo presente en el 90º que celebramos el pasado mes de mayo, pero ya sólo en el recuerdo y en la palabra, como no podía ser de otra forma, estuvo sin estarlo, sentado junto a Mari Carmen, su gran amor, y estuvo y estará en los corazones de todos los que disfrutamos de su magisterio radiofónico.

Descansa en paz Maestro. Hasta siempre Ismael.

Domingo Camacho

Director de Radio Murcia.