Silvana Estrada, la dulce voz que llegó de México, sorprende en La Mar de Músicas
La artista de Veracruz ofreció uno de los más sobresalientes conciertos de la presente edición de La Mar de Músicas

Silvana Estrada, la dulce voz que llegó de México, sorprende en La Mar de Músicas. / Pablo Sánchez del Valle

Cartagena
El auditorio Paco Martín del Parque Torres es, en La Mar de Músicas, el lugar que supone para cualquier artista la consagración definitiva, un lugar reservado solo para las grandes estrellas como, en la presente edición lo han sido Rozalén, Fito Páez, Andrés Calamaro y Rubén Blades, entre otros.
Pues bien, la mexicana Silvana Estrada (Veracruz, Mexico, 1997) actuó hace dos años en el festival cartagenero en uno de los escenarios de menor aforo, y en esta ocasión ya lo hizo en el de los artistas que juegan en la categoría superior. Un reconocimiento que no ha sido gratuito y que encuentra su fundamento en la solidez de la carrera de esta joven artista (ya no se puede decir eso de joven promesa, teniendo en cuenta que ya atesora un premio Grammy). Y su concierto fue, para muchos, una agradable sorpresa, de lo mejor del ciclo hasta ahora.
Acompañada por una impresionante banda (teclados, saxo y “cacharros”, violonchelo y batería y percusión) con la que solo le quedan dos conciertos, por lo que andaba algo melancólica, Estrada da vida a sus composiciones con aires de folclore popular, engrandeciéndolas con una muy peculiar tesitura vocal, llegando a múltiples registros y destilando emociones en cada nota.
Dedicó la canción “Lila alhelí” a Susana Baca, que actuó la misma jornada en otro escenario, a las mujeres “Clandestinas” una adaptación de la canción de Manu Chao, llevada a su terreno, “Sabré olvidar”, y la música popular de su tierra mexicana, en particular de su Veracruz natal, con “Los días”, a ritmo de son jarocho.
Continuó su concierto, entre confidencias con el público, revelando que “los primeros discos no suelen ser buenos, y dejan una sensación agridulce, pero en “Lo sagrado” hay una a la que le dieron chance”. Y cantó “Porque existo”, una preciosidad.

Silvana Estrada, la dulce voz que llegó de México, sorprende en La Mar de Músicas. / Pablo Sánchez del Valle

Silvana Estrada, la dulce voz que llegó de México, sorprende en La Mar de Músicas. / Pablo Sánchez del Valle
Llegaron a continuación “Ser de ti” y un avance de su próximo disco, “Dime”. Sobre ella dijo que quiso hacer algo que sonara “a cantina y a despecho, y finalmente no sonó a eso. Así que ese es mi nivel de enojo; trabajo con lo que tengo”. Se trata de una bellísima composición que hace albergar esperanzas de que se trate de un gran álbum.
El recital continuó con “Milagro y desastre”, dejando una interesante reflexión: “hay que darle tiempo a los desastres para ver el milagro que hay detrás de ellos”.
En el tramo final del concierto llegaron “Para México”, y “Te guardo”, y subrayó la inquietante actualidad de las historias de amores no aprobados por el entorno. “¿Cómo se va a prohibir el amor?”, dijo, añadiendo que “vivimos tiempos extraños y cosas que creíamos superadas vuelven a ponerse en cuestión”.
Siguió el repertorio con “Carta”, y ya en los bises, “Brindo”, dedicada a unos amigos que la acompañaron hace años a ver el concierto de Silvia Pérez Cruz en La Mar de Músicas (hoy vuelve a actuar en el festival), “Por ti me voy al norte”, “Tom´s Diner”, de Suzzane Vega y, para culminar el concierto, “Tenías que ser tu”, con un público, que llenaba el auditorio, entregado , cantando y bailando esta canción.
Y así fue el concierto de Silvana Estrada, considerada como una digna sucesora de Chavela Vargas, que ha combinado sus estudios de jazz con los sonidos tradicionales del folclore de su tierra natal. Y que en Cartagena pisó, con todos los merecimientos, el escenario de los grandes.




