Opinión

El micromentario de Pepe Belmonte: 'La desgracia de trece personas inocentes'

Columna de opinión del catedrático de Literatura de la UMU para el programa Hoy por hoy Murcia

El micromentario de Pepe Belmonte 'La desgracia de trece personas inocentes'

Murcia

De nuevo, Murcia en primer plano de la actualidad nacional, y no precisamente para algo edificante y bueno. Hace unas décadas sólo se hablaba de nuestra región para contar el número de muertos que provocaban las temibles riadas del Segura.

Ahora, tantos años después, seguimos echando leña al morbo y alimentando los programas lacrimógenos, con episodios que resultan crueles e inexplicables ya bien entrado el siglo XXI.

Los medios de comunicación de medio mundo se han hecho eco de la desgracia de trece personas inocentes cuyas familias esperan, con ansiedad y mucha angustia, a que den la cara y una buena explicación los responsables de este tremendo desaguisado.

Y, como la Iglesia en el caso que ya les conté del cura Fran, aquí todo el mundo se lava las manos y mira para otro lado, jugando al despiste. Como en una comedia bufa de humor negro con un inequívoco fondo surrealista, los supuestos responsables, es decir, los funcionarios, los políticos -sean del color que sean-, los dueños de la discoteca, representados por unos abogados torpes que dicen -puro Teatre- haber perdido los papeles en el incendio, tratan de buscar, con urgencia y desesperación, a alguien que asuma la culpa, que, se supone, sólo es de ellos. O, al menos, de alguno de ellos.

En las malas novelas policíacas, el asesino siempre es el mayordomo. Y en esta ocasión, a poco que nos descuidemos, vamos a tener que procesar, y así cerrar el caso definitivamente, a la sacrificada limpiadora de la sala de fiestas, al pobre segurata de turno o al del camión de la Coca-Cola, que pasaba por allí.

Kafka, que vivió, en su corta existencia, una vida dura y atormentada, dejó escrito que “la proyección de la culpa en los demás evita asumir la responsabilidad de los propios actos”.

Pepe Belmonte