El micromentario de Pepe Belmonte: 'Una larga y peligrosa travesía'

Murcia

Que todo un vicepresidente de gobierno de la comunidad autónoma de la Región de Murcia, y su compinche el diputado Alpañez, llamen delincuentes y yihadistas infiltrados, amén de otros apelativos por el estilo, a quienes, después de una larga y peligrosa travesía, llegan a nuestras costas, resulta chocante, incluso motivo más que suficiente para que desde la Fiscalía se lo hicieran mirar.

Pero si nos atenemos al hecho de que pertenece a ese partido tan insolidario y elitista, como es Vox, a nadie le debería de extrañar. Están en su salsa y, a estas alturas, no van a engañar a nadie.

Sin embargo, lo que más me llama la atención es el silencio cómplice de todo un presidente como López Miras, que se pone de perfil y, lo que es peor, apoya los exabruptos de su socio de gobierno. Lo que resulta ciertamente preocupante.

Con el consentimiento, eso sí, del alcalde de Lorca, que, días pasados, sembró la alarma en su propio pueblo, tildando de “canallada” que unos ciudadanos extranjeros circulasen libremente por sus calles, como manda la ley, que él parece ignorar por completo.

Por no hablar de los mensajes del sheriff Paco Bernabé, que, ya en su día, cuando era delegado de gobierno, actuaba, en este y en otros casos, como un auténtico energúmeno, empleando la fuerza bruta y el dinero de todos los murcianos para hacer de las suyas. Todo un personaje.

Las cifras, sin embargo, que ha mostrado públicamente el actual delegado de gobierno, indican todo lo contrario: no hay invasión de migrantes, sino que todo se debe a un hecho puntual que siempre ocurre por estas fechas.

Es obvio que, tanto Vox como PP, tratan de hacer el mayor ruido posible para, en primer lugar, hacer que los ciudadanos se olviden de hechos tan sangrantes como el que seamos una de las comunidades con mayor índice de pobreza de toda España. O bien, ya de paso, echar todo el fango posible, ante una probable investidura de Sánchez como presidente de la nación. Las casualidades no existen.

Por este camino, con el marcaje encarnizado que tanto Vox como PP le hacen a quienes actualmente gobiernan en la nación y a quienes, desde la Delegación del Gobierno, los representan, créanme, no tardarán mucho en proclamar que don Rodrigo, el último rey godo, que les abrió las puertas del Estrecho a los árabes en el año 711, también era un maldito socialista.

Pepe Belmonte