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La eurodiputada que lideró la misión de la UE en el Mar Menor, acusada de ser una espía rusa

Tatjana Zdanoka, eurodiputada por el partido Unión Letona de Rusos, habría trabajado al menos durante trece años para el FSB

Foto de archivo: La presidenta de la delegación de la comisiones de peticiones del Parlamento Europeo, Tatjana Zdanoka, ofrece declaraciones a los medios en el Hotel NH de Murcia. EFE/ Juan Carlos Caval / Juan Carlos Caval (EFE)

Murcia

La eurodiputada de Letonia Tatjana Zdanoka, que ha visitado la Región de Murcia junto a una delegación europea de la Comisión de Peticiones interesados en el Mar Menor, trabajó durante al menos trece años para el Servicio Federal de Seguridad (FSB), según intercambios de correos electrónicos revelados por un grupo internacional de periodistas de investigación que incluye Re:Baltica y The Insider.

Se da la circunstancia que Zdanoka fue la persona que en 2022 coordinó la misión europea en el Mar Menor como representante del grupo parlamentario Los Verdes/Alianza Libre Europea.

La política letona, que fue elegida por última vez al Parlamento Europeo por el partido Unión Letona de Rusos (LKS), reconoció haber mantenido correspondencia entre 2004 y 2013 con una persona identificada por los investigadores como agente del FSB, pero negó conocer sus vínculos con la inteligencia rusa.

Zdanoka admitió además a Re:Baltica que los correos obtenidos por la plataforma de investigación rusa The Insider son auténticos.

Según la investigación publicada por las plataformas letona y rusa, la página estonia Delfi.ee y el diario sueco Expressen, la eurodiputada informó sobre sus actividades en favor de Rusia a Dmitri Gladei, uno de sus dos supuestos contactos en el FSB.

Gladéi, un veterano del FSB de la dirección central de San Petersburgo, dirigió a la política letona entre 2004 y 2013 aproximadamente, según la investigación. Después, Zdanoka estuvo en contacto regular con Serguéi Beltiukov, un operativo del Servicio Federal de Seguridad de Rusia desde 1993.

La eurodiputada alega que Gladéi era un amigo de la juventud que conoció mientras aprendía a esquiar en el Cáucaso Norte en la antigua URSS.

Ella organizó reuniones con él en Bruselas y otros lugares y, de vez en cuando, le pidió ayuda económica para varios proyectos prorrusos, incluida la compra de 100.000 metros de tela para cintas de San Jorge que formaban formaba parte de la condecoración Cruz de San Jorge empleada en el Imperio ruso y recuperada por Rusia tras la caída de la Unión Soviética.

Sus actividades en favor de causas rusas incluían viajes a la península ucraniana de Crimea como "observadora electoral" durante la anexión en 2014 y organizar audiencias y exhibiciones en el Parlamento Europeo sobre el estatus de los rusos en países bálticos, entre otras tareas.

Esta eurodiputada formó parte de un grupo de eurodiputados que en diciembre de 2017 visitaron al ex presidente catalán Oriol Junqueras en la cárcel de Estremera, así como al exconsejero de Interior Joaquim Forn y a los líderes independentistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

El grupo estaba formado por un total de siete eurodiputados, cuatro de ellos no españoles: José Bové (ecologista francés), Mark Demesmaeker (secesionista belga), Tatjana Zdanoka (ecologista letona) y Marie-Pierre Vieu (Izquierda Unitaria).

Los españoles que integraban la delegación eran Jordi Solé (Verdes), Josep-Maria Terricabras (Verdes) y Ramón Tremosa (ALDE).