Un petrolero con excesiva velocidad estuvo a punto de provocar un nuevo 'Prestige' frente a las costas de Cartagena
El buque logró ser detenido a poco más de 100 metros de la punta de la Podadera gracias a la actuación del práctico portuario Antonio Lario
Entrevista a Antonio Lario, práctico del Puerto de Cartagena - 01/03/2024
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Cartagena
La noche del pasado lunes 19 de febrero las costas de Cartagena estuvieron a punto de sufrir una tragedia medioambiental solamente comparable con la del 'Prestige' en las costas gallegas. Un buque con bandera de Hong Kong, el 'Front Siena', estuvo cerca de estrellarse contra las rocas en la entrada de la bocana del puerto cartagenero cargado con 150.000 toneladas de petróleo, casi el doble que el barco hundido en el año 2002. La información fue publicada por el portal de actualidad marítima 'Naucher Global', de la que se ha hecho eco el diario 'La Verdad'.
Fue la pericia de un práctico portuario, Antonio Lario, la que pudo detener el buque a pocos metros de las rocas de la punta de la Podadera ya muy cerca de embarrancar. El buque se había acercado a una velocidad excesiva al puerto cartagenero, a más de 10 nudos, es decir, a casi 20 km/h. Demasiada para un barco de este tamaño y la inercia que arrastra. Tras dar la orden de reducir la velocidad y no ser atendida por la tripulación, Lario abordó el barco por una escala de mano, como explicaba este viernes en 'Hoy por hoy Cartagena'.
Allí se topó con una tripulación despreocupada y totalmente ajena a la situación de peligro y la maniobra de atraque, incluyendo al propio capitán, de nacionalidad georgiana. Dada la gravedad de la situación, el prático decidió poner la máquina atrás a máxima potencia, enganchó el petrolero a dos remolcadores y lanzó el ancla, logrando detener el barco a escasos metros de la costa. Un accidente de esas características podría haber provocado una tragedia medioambiental sin precedentes en la zona y haber acabado con la actividad pesquera, portuaria y turística en la zona durante varios meses. El barco, de casi 300 metros de eslora, cargaba petróleo mexicano con destino a la refinería de Repsol en Escombreras.
Tras confirmar los hechos, Capitanía Marítima ha abierto un expediente sancionador a la empresa propietaria del petrolero, imponiéndole una fianza de 400.000 euros que ya ha sido abonada. El buque dejó aguas cartageneras tres días después de los hechos y en estos momentos se encuentra de camino a Brasil tras partir hace unos días desde Gibraltar.