Unas lluvias fatales para las procesiones, pero insuficientes para aliviar el drama del secano en la Región de Murcia

Dicen que nunca llueve a gusto de todos, pero en este caso, las lluvias que han hecho acto de presencia en la Región de Murcia no han gustado a nadie: ni a las cofradías y hermandades que han visto suspendidas buen número de procesiones (por ejemplo, en la ciudad de Murcia, durante tres días seguidos) ni a los agricultores de zonas de secano que esperaban ese agua para salvar plantaciones y cultivos. "Lo que ha caído es prácticamente nada. Todo lo que cae, bienvenido sea. Pero es que ha llovido muy poco", resumía el presidente de COAG en la Región de Murcia, José Miguel Marín.

Mucho tendría que llover para cambiar la dramática situación del secano, sobre todo las plantaciones de herbáceas como cereal, que se dan de nuevo por perdidas por la falta de lluvia, algo que ya ocurrió el pasado año. "Esto no soluciona el problema de los herbáceos de secano, yo creo que ya no tiene solución", añade Marín. Sólo un fuerte episodio de precipitaciones que no se espera ayudaría a salvar parte de esa producción.

En la zona del Noroeste o el Altiplano, cultivos leñosos como el almendro aún pueden resistir con esta pequeña recarga que han recibido, igual que la vid, apuntan las coordinadoras agrarias. El secretario general de ASAJA, Alfonso Gálvez, reconoce que estas débiles precipitaciones sí han tenido un impacto positivo en zonas del interior de la Región de Murcia y esto "contribuye a paliar la gravísima situación que tenemos y a evitar en muchos casos la pérdida de arbolado".

Esta semana, la Confederación Hidrográfica del Segura ya señalaba que habrá que esperar al 1 de abril cuando se conozcan los indicadores mensuales de reservas disponibles para estudiar la situación y si se adoptan o no nuevas medidas para atender la situación de sequía, dentro de la cual ya están funcionando 6 de los 9 pozos con los que cuenta la batería estratégica de sondeos del Sinclinal de Calasparra.