El micromentario de Pepe Belmonte: 'Martinete del rey sombra'

De vez en cuando -con mucha menor frecuencia de la que todos quisiéramos-, la diosa Fortuna se da un paseo por esta Región, que no todo lo que aquí sucede va a ser malo.

Y es que resulta que, el pasado sábado, en la ciudad gallega de Ferrol, donde nacieron ilustres personajes, como Concepción Arenal, pensadora, periodista, poeta y pionera del feminismo español, o el novelista Gonzalo Torrente Ballester, autor, como saben, de esa espléndida obra titulada Los gozos y las sombras, se emitió el fallo del Premio Nacional de la Crítica, con el que un jurado, compuesto por una veintena de expertos procedentes de todos los medios de comunicación de la geografía española, premió la mejor novela escrita, según su criterio, a lo largo de todo el año 2023.

Entre los que optaban a tan prestigioso galardón había libros cosechados por autores como Antonio Muñoz Molina, Ignacio Martínez de Pisón, Álvaro Pombo o nuestro Miguel Ángel Hernández, con su Anoxia, que quizá hayan tenido ocasión de leer.

Pues bien, la obra que finalmente se llevó el gato al agua, la triunfadora, la que obtuvo el reconocimiento y el mayor número de votos, así como los elogios de todo el jurado, fue la titulada Martinete del rey sombra, escrita por un cartagenero llamado Raúl Quinto, nacido en 1978.

Se trata de un apasionante relato histórico en el que se recrea uno de los pasajes más lamentables de la Historia de España: la represión a la que fueron sometidos los gitanos, por parte del Fernando VI, en el año 1749, lo que vino a significar uno de los episodios más sucios y oscuros de nuestro Siglo de las Luces, el siglo de la llamada Ilustración.

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El mérito de este autor nacido en Cartagena, radica, sobre todo, en el hecho de haber conseguido uno de los premios más prestigiosos de este país, uniendo así su nombre a los que ya lo obtuvieron en ediciones anteriores, desde el año 1956: escritores como Camilo José Cela, Miguel Delibes, Ana María Matute, Vargas Llosa, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Fernando Aramburu o Javier Marías; así como los dos únicos murcianos que hasta ahora lo habían conseguido: Eloy Sánchez Rosillo, en la modalidad de poesía, y Arturo Pérez-Reverte, en el apartado de narrativa.

Como para sentirnos muy orgullosos.