El micromentario de Pepe Belmonte: 'La decisión de Pedro Sánchez'
Columna de opinión del catedrático del catedrático de Literatura de la UMU para el programa Hoy por hoy Murcia
El micromentario de Pepe Belmonte 'La decisión de Pedro Sánchez'
Murcia
En el momento en el que redacto estas líneas, aún no se tienen noticias de la decisión final que tomará el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez.
Si seguirá al frente del ejecutivo, después de haberlo meditado profundamente -días ha tenido para ello-, o bien abandonará su cargo y, como consecuencia, se pondrá en movimiento toda esa pesada maquinaria para unas inmediatas elecciones, cuestión que está deseando, con auténtica lujuria, el Partido Popular y sus socios de la ultraderecha.
Hace unas cuantas semanas, la alcaldesa del Partido Popular de San Pedro del Pinatar dejaba el cargo alegando razones muy parecidas a las que aduce Sánchez: presión, estrés y otras circunstancias que le hacían imposible llevar a cabo con garantías sus funciones políticas y su propia vida personal. Alrededor, que yo recuerde, hubo comprensión, palabras de ánimo y mucho cariño hacia la mandataria que había tomado una determinación irrevocable.
Ahora, cuando sucede algo parecido con el presidente de la nación, el Partido Popular y sus socios ultraderechistas, le han dicho de todo, menos bonico, a Sánchez: desde cobarde hasta teatrero que lo que en realidad pretende es llevar a cabo una maniobra bien meditada para ganar adeptos, para dar pena y perpetuarse así en el poder.
Es evidente, y nadie podrá discutirlo, que al Partido Popular le sienta muy mal estar en la oposición, que tiene muy mal perder y que no soporta, de ninguna manera, que sean otros los que sepan negociar y consigan los votos suficientes para poder gobernar.
El Partido Popular, en aquellas instituciones en las que no gobierna, es una especie de martillo pilón que no mira tanto por el bienestar de los ciudadanos, que para ellos es una cuestión secundaria, sino que insiste, una y otra vez, apelando, si es preciso, a noticias falsas, hasta reventar al adversario, que es lo que está a punto de conseguir.
Decía Giuliano Andreotti, aquel viejo presidente de la República italiana, que lo que desgasta no es el poder, sino el no tenerlo.
Y llama aún más la atención el hecho de que sus argumentos se sustenten en la supuesta corrupción del adversario, siendo el único partido de la Europa democrática que ha sido condenado,
precisamente, por corrupto. Sin contar con todas las decenas causas que aún siguen abiertas contra miembros de este partido que tendrán que pasar, uno a uno, por los juzgados.
Por no hablar del pseudosindicato, Manos Limpias, que ha emitido la denuncia basándose en noticias falsas de periódicos de dudoso rigor. Una auténtica locura capaz de poner de los nervios a cualquiera, hasta al mismísimo presidente de la nación.
Mi amigo el escritor Manuel Vilas decía estos días en las redes sociales que lo más importante de todo este penoso asunto ha sido el hecho de que un político de tanta relevancia como Pedro Sánchez haya manifestado, públicamente, estar profundamente enamorado de su esposa. Si Dios salvó al golfo y mujeriego de don Juan Tenorio por amor, ¿por qué no va a tener piedad de Pedro Sánchez?
Sigue el canal de la SER en WhatsApp
Encontrarás toda la información, el deporte y el entretenimiento: la actualidad del día y las noticias de última hora, los mejores vídeos y momentos de la radio, entrevistas, reportajes y mucho más.
Pepe Belmonte
Profesor de Literatura Española de la UMU. Crítico...