Calabaza totanera, berenjena de Cieza o tomate 'flor de baladre': éstas y otras variedades murcianas sobrevivirán a un cataclismo mundial

Murcia

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental, dependiente de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, dispone del banco de germoplasma (BAGERIM), uno de los más importantes de España con más de 15.000 entradas conservadas de distintas especies vegetales.

Sus objetivos son coordinar y gestionar el uso, la conservación, el mantenimiento y la caracterización de las colecciones de germoplasma, así como facilitar su uso por parte de agricultores e investigadores.

El BAGERIM ha trabajado de forma coordinada con el Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) del antiguo INIA, actualmente integrado en el CSIC, formando parte de la red nacional de bancos de germoplasma, enviando duplicados de la mayoría de accesiones para asegurar su protección y conservación, así como la información relativa a estas.

Además, desde el Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) se enviaron muestras al Banco Mundial de Semillas (Noruega), incluidas las más importes de la Región de Murcia. En el Banco Mundial de Noruega hay 13.500 semillas de 27 variedades diferentes como pepino, calabaza, judía, tomate, berenjena o trigo, entre otras, procedentes de localidades de gran parte de la Región. De esto nos ha hablado Elena Sánchez, directora del BAGERIM, que ha enumerado algunas de esas variedades enviadas a Noruega: la calabaza totanera, la berenjena de Cieza, el tomate "flor de baladre" o el trigo de Caravaca...

De cada variedad se envían 500 semillas y se seleccionan de cultivos que corren el riesgo de desaparecer y que tienen importancia para la alimentación como puede ser el trigo. En este último caso, algunas variedades que ya no están en el mercado actualmente están siendo recuperadas por panificadoras de la Región de Murcia para reintroducirlas en el mercado.

El IMIDA ya está planificando el próximo envío (las semillas que se envían es semilla nueva, multiplicada en el último año, para favorecer su conservación), y se introducirán también otros cultivos como pimiento o melón, así como silvestres comestibles como cerraja o colleja.

Reintroducción de variedades

Muchas de las variedades que atesora se están reintroduciendo para su cultivo en sistemas agrícolas sostenibles, favoreciendo así los mercados de cercanía. Además del uso directo, las variedades del BAGERIM también son una importante fuente de variación genética en los distintos programas de mejora desarrollados en el IMIDA y un elemento clave de su éxito ya que disponer de una gran la variabilidad genética donde encontrar las características deseadas es un requisito fundamental en cualquier programa de mejora.

Fruto de la colaboración con agricultores, comercializadores y consumidores, el IMIDA ha creado una plataforma para la comercialización de variedades hortofrutícolas tradicionales que tienen gran interés tanto para los consumidores como para los cocineros por su calidad y cualidades.

El proyecto tiene como finalidad revalorizar y dar a conocer dichas variedades a todo el sector agroalimentario, desde la producción hasta el consumo, haciendo una labor de recuperación de sabores y valores asociados a estas.

Con esta iniciativa se potencia la agrodiversidad, se fomenta la sostenibilidad y se recuperan variedades que no están disponibles en el mercado, caracterizadas por su diferente sabor, calidad, textura, color y cualidades nutricionales.

De esta forma, el IMIDA impulsa el mercado de proximidad y la compra directa entre consumidor y agricultor, lo que contribuye a generar nuevas oportunidades de negocio en las zonas rurales y a fijar su población.

La plataforma www.agrodiversomercado.es, que pretende cubrir un nuevo nicho de mercado y que no es competencia de las grandes comercializadoras, ofrece nueve variedades de tomate, cuatro de pimiento, dos de calabaza, tres de berenjena, además de otras de judía y pepino. A estas se irán sumando otras que, además del Banco de Germoplasma del IMIDA, pueden proceder de otras zonas o regiones.

Desde 2018 los agricultores pertenecientes al proyecto Agrodiverso eligen y cultivan variedades tradicionales que han despertado gran interés por algunos de los cocineros más reputados de la Región, que las han incluido en sus recetas por su calidad y cualidades, realizando innovaciones gastronómicas.