Entran en vigor las zonas de bajas emisiones: las cuatro grandes ciudades de la Región descartan prohibiciones de tráfico y optan por ganar espacios al peatón y el transporte público

Murcia

Desde el 1 de julio se activan las zonas de bajas emisiones en las cuatro ciudades de más de 50.000 habitantes de la Región. Murcia, Cartagena, Lorca y Molina de Segura descartan prohibir el paso a los vehículos más contaminantes, pese a la exigencia del Gobierno, y optan por ganar espacio peatonal y más autobuses.

Desde el Ayuntamiento de Murcia se ha insistido en que para reducir los niveles de contaminación en una zona de la ciudad la única solución no es solo establecer restricciones al tráfico.

El concejal, José Francisco Muñoz, ha dicho que también se pueden peatonalizar algunas calles, limitar el acceso solo a residentes o realizar otras acciones de calmado de tráfico. Y ha lamentado que las obras de los planes de movilidad que se ha realizado en la ciudad solo han servido para aumentar la presencia de algunas partículas contaminantes en las zonas más afectadas de la ciudad.

Cartagena tiene delimitadas dos ZBE, una en el casco antiguo y la otra en el Ensanche, en el área entre Reina Victoria, Paseo Alfonso XIII, Juan de la Cosa y Ramón y Cajal. En todas se han instalado sensores ambientales y cámaras de tráfico, que están arrojando parámetros ambientales y del tráfico, que servirán para la toma de decisiones.

En los paneles informativos que se están terminando de instalar y entrarán en funcionamiento próximamente se informará de la situación y de las medidas que se deban adoptar llegado el caso, como puede ser cerrar al tráfico algunas calles, o la implantación de las supermanzanas, un nuevo concepto urbano de convivencia de peatones y tráfico.

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Cartagena no ha optado por la restricción sino por la educación y fomentar el uso del transporte público, según la concejal Cristina Mora.

Por su parte, Lorca avanza en la implantación de la Zona de Bajas Emisiones apostando por el calmado del tráfico, realizando obras en las calles Santiago, Villaescusa y Juan de Toledo que mejorará la accesibilidad y transito peatonal. Otro de los trabajos de la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones es un aparcamiento disuasorio subterráneo en el Camino Marín para 130 coches justo detrás del Centro de Desarrollo Local, según María Hernández, concejal de Urbanismo.

En cuanto a las cámaras, se instalarán más de una decena y quieren que sirvan tanto para lectores de matriculas como para garantizar la seguridad ciudadana. La ordenanza contempla inversiones de más de 3 millones de los fondos europeos y 1,1 de aportación municipal.

Ecologistas en Acción ha denunciado públicamente que los municipios de Murcia, Cartagena, Lorca y Molina de Segura pretenden "inclumplir las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE)" y "no limitar el acceso de coches".

Ecologistas en Acción ha recordado que lleva a cabo una campaña desde 2020 con múltiples escritos y propuestas a estas administraciones locales para la implantación de las ZBE.

En este sentido, Ecologistas en Acción ha recordado que "una ZBE es, en el ámbito delimitado por una administración pública, de carácter continuo" y ha señalado que en ella "se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones".

"El plazo se amplió 6 meses, y este 1 de julio se acabó la prórroga dada por el Gobierno Central a las administraciones locales para su instalación", tal y como ha señalado la organización ecologista.

Sin embargo, Ecologistas en Acción ha lamentado que "solamente el Ayuntamiento de Cartagena tienes delimitadas las ZBE, aunque con medidas poco restrictivas y claramente insuficientes". "Y para colmo, los cuatro municipios que están obligados por Ley a implantar las ZBE, anuncian que no restringirán el tráfico, desvirtuando totalmente la medida", ha apostillado.