La Diócesis de Cartagena acusa a Vox y al PP de tener un discurso plagado de "calumnias, engaños y medias verdades" sobre los inmigrantes

Murcia

La Delegación de migraciones ha emitido un duro comunicado en el que señala que viven con profunda tristeza cómo instituciones gubernamentales, ciertos grupos y líderes políticos, y algunos de los principales poderes fácticos están normalizando, con mucha osadía y total impunidad, peligrosos idearios al difundir y legitimar discursos de odio que atentan, directa y especialmente, contra uno de los grupos de personas más vulnerables: los de origen inmigrante.

Y en concreto, señala que el pasado 6 de septiembre volvieron a ser testigos de "una grotesca arenga carente de humanidad, empatía, compasión y veracidad" de José Ángel Antelo, líder de VOX, realizó unas calumniosas declaraciones vinculando inmigración con inseguridad ciudadana, señalando a la población inmigrante como responsable del deterioro de nuestras ciudades y pueblos.

La Diócesis critica que además, que Antelo criminalizó la admirable y necesaria labor de las ONGs que trabajan con población inmigrante.

También arremete contra el PP y recuerda que el 9 de septiembre senadores y diputados populares de la Región registraron una batería de preguntas dirigidas al Gobierno de España desde la premisa de que las acciones de ayuda humanitaria producen el famoso “efecto llamada”. Según señalan en su comunicado, "la inexactitud de esta afirmación fortalece las falacias defendidas en los discursos de odio contra los inmigrantes, y revela su clara y única intencionalidad de obtener rédito político con ellas".

Ante este hecho, la Diócesis de Cartagena denuncia la amenaza que supone este discurso plagado de calumnias, engaños y medias verdades que, como muestran los datos oficiales sobre la situación de las personas migrantes y refugiadas en España, únicamente responden a exacerbar el miedo y el racismo más cruel.

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Señala la Diócesis que queda mucho que hacer como sociedad de acogida y que es necesario poner en valor la aportación que recibimos de las personas migradas que han llegado a nuestro país, para finalizar con las palabras del del Papa Francisco: "Se necesita, por parte de todos, un cambio de actitud hacia los inmigrantes y los refugiados, el paso de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación —que, al final, corresponde a la “cultura del rechazo”— a una actitud que ponga como fundamento la “cultura del encuentro”, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor. Desplegar las cuatro acciones necesarias para crecer en fraternidad y desarrollar la cultura del encuentro: acoger, promover, proteger e integrar es la respuesta ante un fenómeno tan complejo como son las “migraciones no deseadas".