Concha, una historia de amor que empezó por carta "por aburrimiento" y que dura ya 58 años

Murcia

Se llaman Concha y José Enrique, y son un matrimonio murciano que llevan 58 años casados. Concha ha protagonizado la sección 'Miss Experiencia' de Hoy por hoy, para hablar de su vida en común y de las acciones sociales que llevan a cabo con el movimiento de los 'Yayoflautas'.

A José Enrique lo conoció la primera vez con 13 años, y hasta años después, ella con 18, no comenzaron a hablar. José Enrique era íntimo amigo del hermano de Concha, y comenzaron a cartearse una tarde de julio "por aburrimiento". A final de verano, ya hablaban por carta todos los días, y se veían en vacaciones.

Concha ha relatado que entraron en el movimiento de los yayoflautas cuando sus hijos eran mayores, pensando en devolverle a la sociedad todo lo bueno que les había dado la vida. Conocieron por la radio el movimiento de yayoflautas y empezaron a involucrarse. Dice Concha que "es un movimiento que ayuda en causas sociales y es muy terapéutico, ya que cuando estás en las reuniones no te duele nada".

Ha denunciado cómo están haciendo ludópatas desde el instituto colocando casas de apuestas al lado de los centros educativos. "Yo estudié en un colegio de monjas y me tuve que deseducar, y así me he dado cuenta que lo que la vida nos da hay que devolverlo. Lo que nos hablaban las monjas en los 50 era de una iglesia apagada y un Dios terrible. Esa educación está en un fondo que quieres limpiar pero no llega la escoba", ha relatado Concha.

"Nos movilizamos por la sanidad, la escuela pública, y también por la guerra en Gaza", y le toca especialmente el corazón los desahucios: "los bancos no tienen vergüenza".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Dice que van juntos a todos sitios y se entretienen juntos mientras pasa la vida. Sus hijos les recomiendan que nunca dejen el movimiento 'yayoflauta'. De hecho, invita a otros mayores "que nos busquen, porque somos muy divertidos. Hacemos regularmente comidas, que en Murcia se llaman 'de traje': yo traje una tortilla, yo traje una ensalada...".

Una inyección de vida de esta pareja de octogenarios, dispuestos a devolver a la sociedad todo lo que les ha dado la vida.