El Laboratorio de López Nicolás: El 'barefoot' y la dorada a la sal

Murcia

Correr sin calzado puede ser perjudicial si no se practica de manera adecuada, afectando negativamente la eficiencia de la carrera o aumentando el riesgo de lesiones. No obstante, investigaciones recientes sugieren que el correr descalzo puede ser beneficioso para la salud si se lleva a cabo correctamente.

En el Laboratorio de López Nicolás hemos abordado esta nueva disciplina que cada vez cuenta con más adeptos, y que amula a Abebe Bikila, el legendario corredor etíope de Jato que ganó la maratón en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 sin usar zapatillas.

Nuestro investigador, docente y divulgador, José Manuel López Nicolás, ha dado hasta un total de quince consejos para realizar esta práctica deportiva con garantías, como realizar un periodo de adaptación para correr descalzo, caminando sin calzado en casa, en la playa o sobre césped, no incrementando el tiempo de barefoot más de un 10% cada semana. O evitar correr en superficies duras como el asfalto, o nunca corra descalzo en terrenos donde pueda haber vidrios rotos, piedras afiladas o escombros.

También aconseja mantener la mirada hacia el frente al correr, no solo para facilitar la respiración y evitar obstruir la tráquea, sino también para ver el camino con claridad, y mantener la espalda recta o ligeramente inclinada hacia adelante para mantener el equilibrio mientras corres. También recomienda utilizar los tobillos y pies para impulsarse, evitando levantar demasiado las rodillas, o mantener los codos doblados en un ángulo de 90 grados, y los hombros y las manos relajados.

En cuanto a los beneficios de correr descalzo, nuestro profesor señala que fortalece tanto los pies como el arco plantar. Además, incrementa el grosor de los músculos internos, particularmente del abductor del dedo, lo que mejora el soporte del arco longitudinal medial. A estos beneficios se suman las ventajas físicas y mentales de correr en cualquier etapa de la vida, ya sea a nivel amateur o profesional.

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Por otra parte, en referencia a la nutrición, nuestro divulgador se ha referido a cocinar una dorada a la sal, un plato con mucha ciencia. Respecto a su perfil nutricional, la dorada destaca por su bajo contenido de grasa, lo que la convierte en una opción baja en lípidos y con un contenido moderado de calorías. Cuenta una cantidad moderada de proteínas de alta calidad biológica, una cantidad significativa de selenio y fósforo, un nivel medio de potasio y cantidades reducidas de hierro y magnesio.

También nos ha contado el papel de la sal durante el horneado, ejerciendo una función para absorber humedad, las moléculas de cloruro sódico tienden a adherirse entre sí, formando la característica capa de sal que cubre la dorada. Cuando se coloca la dorada en el horno, el calor provoca que la sal se endurezca, formando una "costra" uniforme que envuelve el pescado en una especie de cámara casi sellada. Así, el pescado se cocina en sus propios jugos, lo que no solo realza sus características sensoriales, sino que también elimina la necesidad de añadir salsas poco saludables al plato.

Después, se emplata y se disfruta de una dorada a la sal que destaca en química, biología, bioquímica, zoología, física y muchas otras áreas científicas.