El micromentario de Pepe Belmonte: 'Ayuso le roba la cartera a Feijóo'

Murcia

La actitud del Partido Popular, que se ha dejado ver durante sus intervenciones en el Congreso de los Diputados en estos días, ha ido mucho más allá de lo que cualquier ser humano podía imaginar, como si la realidad, una vez más, superara a la ficción.

Aunque no es la primera vez que utilizan esa misma estrategia, miserable y torticera, los populares han echado mano, de nuevo, a la memoria de las víctimas de ETA para desgastar al Gobierno legítimo de la nación. Y, ya de paso, vilipendiar a Sánchez, con el que, al parecer, sueñan a diario, y echarle sobre el rostro otros cuantos capazos de inmundicia.

Dice Isabel Díaz Ayuso, que, algún día tendrá que rendir cuentas sobre lo que sucedió con todos los ancianos de Madrid durante la pandemia, que ETA sigue más fuerte que nunca. Y se queda tan pancha, sin que el secretario general del partido, que, se supone, sigue siendo Feijóo, le haga el más mínimo reproche. Porque, quizá, no se atreve.

Asegura, la buena señora, que ETA sigue más viva que nunca, como si anunciara que se esperan vientos flojos de componente este en la comunidad que gobierna. Feijóo, y no Sánchez, es quien debería sentirse más preocupado con la actitud torticera, rayando en la locura, de Díaz Ayuso. Porque todo el mundo, menos él, está viendo cómo la presidenta madrileña le está robando la cartera, y el gallego, muy a su aire, no sabe el modo de pararle los pies, ante lo que parece todo un vendaval, como el huracán Milton, que asola estos días las costas de la Florida.

Ayuso, en cuanto le eche el guante al bastón de mando del PP, cosa que está al caer, va a lograr llevarse al huerto a la mayoría de los votantes de Vox, porque, en el fondo, representan lo mismo y beben de la misma fuente. Pero, por otra parte, también va a conseguir que huyan, como las ratas cuando se hunde el barco, las personas de perfil moderado, que aún quedan, aunque no tantas, dentro del PP, el único partido en Europa condenado por corrupto.

Decía Richard Ford, uno de los mejores novelistas estadounidenses actuales, en su libro titulado Incendios, que nunca digas qué vas a conseguir, sino a qué estás dispuesto a renunciar.