Miguel Rivera: "No se ha hecho tanta justicia como debiera con las víctimas si el juicio se hubiera celebrado en un plazo razonable"

Murcia

Justicia tardía no es justicia. Es algo que ha reconocido el Coordinador regional de la asociación profesional Jueces y Juezas para la democracia, Miguel Rivera, al valorar -aquí en la SER- la sentencia del caso de la red de prostitución de menores juzgada hace un mes en Murcia, y que ha causado gran indignación social al suspender las penas de prisión para los 7 empresarios condenados, usuarios de la red, y que solo supone el ingreso en prisión de dos proxenetas y un 'taxista', también condenados.

Este juez considera que con este caso, que ha generado tanta indignación social, no se ha hecho tanta justicia como debiera con las víctimas de esta red.

Y es que dice, la justicia tardía no es justicia. "Ni para los acusados, ni tampoco para las víctimas", que se exponen a rememorar su caso años después, cuando han podido superarlo o están en trámites de hacerlo.

Rivera considera que es entendible ese rechazo social que ha generado la sentencia, pero cree que se debe canalizar esa indignación hacia donde está el problema, que es la falta de medios en la justicia: "Eso ha generado un retraso inadmisible que ha conducido a un acuerdo de conformidad, que el tribunal no puede no aplicar".

Y sobre el supuesto de no permitir la suspensión de penas en delitos contra la libertad sexual, del que habla la opinión pública, cree que es un debate que se puede plantear al legislador, pero considera que "mientras la ley no cambie, los jueces no pueden dejar de aplicarla".

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