San Pedro Soler, fraile franciscano del barrio de San Cristóbal, ya es el primer santo de Lorca
Fue uno de los mártires de Damasco en 1860 durante una misión de evangelización. El Papa Francisco ha canonizado al lorquino fray Pedro Soler 164 años después de su martirio
Murcia
El franciscano Pedro Nolasco Soler Méndez ha sido canonizado este domingo por el Papa Francisco 164 años después de su martirio y muerte en Siria y se convierte así en el primer santo de la Iglesia nacido en Lorca.
En una ceremonia celebrada en la plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, Soler ha sido elevado a los altares junto al grupo de los mártires de Damasco, asesinados en el año 1860 durante una misión de evangelización.
La delegación española en la ceremonia ha estado encabezada por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y a la misma ha asistido también una comitiva de 200 ciudadanos de Lorca. Banderas de Lorca acompañaban a los lorquinos en la Plaza de San Pedro en este día histórico como lo han calificado los que han tenido la oportunidad de presenciarlo desde Roma. Hace casi un siglo otra delegación, igual de numerosa, acudía para participar del acto de beatificación del ya San Pedro Soler.
También han estado presentes en la comitiva oficial el alcalde de la ciudad, Fulgencio Gil, y concejales del PP, el PSOE y Vox, además del obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, y una amplia representación de sacerdotes de la Región.
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La camarera de la Virgen de los Dolores del Paso Azul, Tana García Mínguez, fue la encargada realizar una de las lecturas durante la ceremonia, en la que se bendijeron con incienso reliquias del nuevo santo lorquino.
El Papa dijo en la ceremonia que “después de haber reflexionado largamente, invocando muchas veces la ayuda divina, y oído el parecer de numerosos hermanos en el episcopado, declaramos santos a los batos mártires” de Damasco “y los inscribimos en el registro de los santos y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados”.
La casa donde nació, en la calle Abellaneda; la iglesia de San Cristóbal, donde recibió las aguas bautismales y donde se custodia un cuadro y una reliquia del santo; el convento e iglesia de San Diego, donde inició su formación; el convento de la Virgen de las Huertas, donde se encuentra una escultura del fraile; la iglesia de San Francisco, en cuyo retablo se colocó una talla del franciscano; y el Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de clarisas, donde se guarda el alba con el que cantó por primera vez misa y una reliquia del santo, serán lugares de visita obligada no sólo para los lorquinos, ha insistido Gil Jódar.
Pero, además, el imaginero alicantino Ramón Cuenca trabaja en una nueva talla para la iglesia de San Cristóbal, que está siendo financiada por cuestación popular y que está auspiciada por la Comisión Parroquial Canonización del Beato Pedro Soler. También se prevé la reedición del libro ‘Vida del beato Pedro Soler. Franciscano y mártir lorquino (1826-1860)’, de Pedro Riquelme Oliva, publicado en 1998. En el nuevo volumen se incluirá un capítulo especialmente dedicado a la canonización del franciscano, este domingo.
En Lorca se prepara una misa de acción de gracias el 3 de noviembre en la iglesia de San Cristóbal en la que fue bautizado el santo Pedro Soler en 1827, en la que aún se conserva la pila bautismal de aquella ceremonia. También se trabaja en la realización de una talla en madera con la imagen del nuevo santo que será instalada en este templo y se reeditará su biografía.
El santo lorquino fue franciscano, murió en trágicas circunstancias a los 33 años y en su ciudad natal se le venera en varias iglesias como la de San Francisco, en el monasterio de las Clarisas y en santuario patronal de la Virgen de las Huertas.