Murcia, municipio de "alta inundabilidad"
La vertiente norte, con las ramblas de Churra y Espinardo; y la confluencia de los ríos Guadalentín y Segura, en el polígono industrial Oeste y El Reguerón; son los principales puntos críticos de un territorio cuya débil pendiente evita el drenaje hacia la desembocadura en Guardamar
Alfredo Pérez Morales, profesor de Geografía Humana de la UMU
Murcia
El municipio de Murcia cuenta con 74 puntos "conflictivos" por riesgo de inundación, según aparece recogido en el Plan Inunmur, el Plan Especial de Protección Civil ante Inundaciones de la Región de Murcia.
La orografía de la ciudad de Murcia, construida junto al río, es conocida pero la dinámica urbanística desarrollada desde la mitad del siglo XX en toda España, debido a la presión demográfica y a las sucesivas burbujas inmobiliarias, sin tener en cuenta en cuenta las zonas inundables, son el "factor humano que contribuye al aumento de los episodios de inundación". Es lo que ha explicado en Hoy por Hoy, Alfredo Pérez Morales, profesor de Geografía Humana de la Universidad de Murcia.
"La modelización o la zonificación de zonas inundables en el caso de Murcia, en la Huerta de Murcia si hablamos de la Vega Media y Vega Baja, es francamente sorprendente. Esto ha llevado a la categorización del municipio como un municipio de alta inundabilidad, porque la mayor parte de su superficie está en zona inundable", ha explicado.
Dentro del territorio de Murcia existen "muchos puntos conflictivos que son archiconocidos, como son la vertiente norte de la rambla de Churra y Espinardo; la confluencia del Guadalentín con el Segura, a la altura del polígono industrial Oeste pero posteriormente derivado por el cauce de El Reguerón; y todo aquello que quede sobre todo en espacios deprimidos debido a que, en el caso de la ciudad de Murcia su asentamiento se hizo en relación estrecha con el río", ha añadido.
"La pendiente que existe desde Murcia hasta Guardamar es muy débil y esto dificulta sustancialmente el drenaje. Sobre todo en situaciones de precipitación in situ o cuando las precipitaciones acontecen un poquito más abajo de las presas que se construyeron en su momento, después de una serie sucesiva de inundaciones, allá por los años ochenta", ha destacado.
El profesor también ha detallado que el crecimiento de los municipios en nuestro país no ha ido acompasado con la elaboración de una cartografía de riesgo, por eso se han permitido cambios de uso de suelo que, "artificializan o impermeabilizan aguas arriba esos cauces provocando un aumento de la escorrentía y aumentando la zona inundable aguas abajo".
Tras sufrir episodios de inundaciones, países como Austria o Irlanda llevaron a cabo expropiaciones para derribar edificios que se encontraban en el curso del agua, una medida controvertida que en España nunca se ha aplicado.
En este sentido el profesor Pérez Morales, apuesta por la actualización rigurosa de los PGOU teniendo en cuenta las zonas inundables y su adaptación al futuro.
"Bien sea porque se materialicen las proyecciones del cambio climático o no, la situación de riesgo ya es grave de por sí. Así que la actuación tenemos que hacerla desde ya", ha concluido el profesor de Geografía Humana de la Universidad de Murcia