Empate amargo del Real Murcia ante el Atleti

Murcia

El Real Murcia recibió al Atlético de Madrid 'B' de Fernando Torres en el Estadio Enrique Roca. Un encuentro que los colchoneros dominaron en el inicio en cuanto a posesión, pero que poco a poco fue cogiendo color grana en la parcela de intensidad y ocasiones. Aunque no fueran claras, el equipo pimentonero se echó a su público a la espalda con Pedro Benito peleando cada balón, Palmberg buscando espacios y asociaciones y, no menos importante, la sensación de peligro en el último tercio del campo.

Poco a poco la batuta y dirección fue del Murcia, con un Atleti al que le costaba hilar en el centro del campo y ganar la espalda para romper con desmarques. Ahí el trabajo de Moha en la presión fue fundamental en situaciones sin balón. Fue cuando Loren se animó, al igual que Pedro Benito, para llevar las mejores ocasiones del equipo en la primera parte y con un paradón de Iturbe que el árbitro llevó directamente al descanso.

En la segunda mitad no cambió mucho el guion porque el Real Murcia puso el corazón en las gargantas de su grada con un balón al larguero de Pedro León. Ese fue el primer aviso, el segundo fue de su tocayo de apellido Benito con una gran volea que no fue a puerta. Sin más, el equipo local buscó el gol sin descanso, fruto de reconocerse muy superior sobre el papel y haciendo pequeño al filial rojiblanco.

Entraron a escena en el 71 tanto Rojas como Cadorini por Palmberg y Benito, dos cambios de piernas tras la entrada de Toral y Jaso que planteó Fran Fernández con anterioridad. El último cambio grana surtió efecto con todo lo que eso conllevó. Diana del brasileño que aprovechó un balón ante Iturbe para poner el 1-0. La hinchada no tuvo más remedio que corear el nombre de Cadorini por su eficiencia en cuestión de minutos.

El escenario de los últimos 10 minutos se planteó cómodo para los granas. No por el ajustado marcador, pero sí por las sensaciones. Ahí entró en juego el último cambio de los locales. Boateng saltó a escena por Pedro León, aplaudido y ovacionado. Tras ello, Rojas estrelló una gran volea contra el palo, un balón muy ajustado en lo que pudo haber sido un golazo.

Sin embargo, llegó el castigo. Muy severo, además, para el Real Murcia. Un balón que Adrián Niño cazó en área pequeña para poner las tablas en el marcador y aguar la fiesta a un equipo que hizo un buen encuentro aunque solo le faltase más definición.