Hora 14 Región de Murcia
Sociedad

Un estudio revela que el odio en las redes sociales y en Internet está coordinado y se centra sobre todo en mujeres, periodistas y medios de comunicación y migrantes

El sociólogo y profesor de la UMU, Gaspar Brändle, participa en la investigación que también señala que se trata de acciones coordinadas a través de grupos políticos o ideológicos con intereses concretos

Entrevista Gaspar Brandle Hate

Murcia

Los mensajes de odio que cada vez proliferan más en Internet y redes sociales están siendo objeto de estudio a través de un proyecto en el que participan una veintena de investigadores de ocho universidades españolas, entre ellas, la de Murcia. El profesor del departamento de sociología de la UMU, Gaspar Brändle, ha participado en este estudio, Hatemedia, analizando más de 9 millones de mensajes publicados en páginas webs de medios de comunicación y de respuestas que reciben en sus perfiles sociales. Un trabajo minucioso que otorga una fotografía de la forma en la que el odio se expande en la sociedad a través de internet.

La investigación que lidera la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) revela que la mitad de los mensajes en redes son en general de odio, y es X, antigua Twitter, la que reúne más ataques con seis de cada diez.

También mide la intensidad del odio que aparece en Internet, y aunque es de baja intensidad, lo convierte en más preocupante, ya que se corre el peligro de normalizar la hostilidad de forma permanente a través de esos mensajes, siendo el peligro más patente para una democracia.

Detrás de estos odiadores de medios hay además objetivos específicos, como son los medios de comunicación y periodistas, las mujeres y migrantes.

Un odio que no se produce al azar, sino que está coordinado, a través de grupos políticos o ideológicos con intereses concretos, que siguen patrones muy concretos de escritura o en horarios concretos de reproducción, según nos ha contado Gaspar Brändle.

Preguntamos por la iniciativa legislativa desarrollada en Australia, donde se ha dictado la prohibición del uso de redes sociales en menores de 16 años. Dice Brändle que la solución no es prohibir sino regular mejor, aunque reconoce que no se pueden poner puertas al campo.

Brändle nos ha contado además un proyecto de desconexión digital que están realizando, aún de manera incipiente, en la UMU. La desconexión digital total es algo irreal e incluso revolucionario, pero sí trabajan en conseguir una desconexión parcial. Un trabajo desarrollado entre jóvenes en el que se propicia la desconexión digital muestra cómo emergen ámbitos de la vida analógica que se están perdiendo, aunque también muestran signos de ansiedad por la desconexión. De lo que se trata, dice Brändle, es buscar un bienestar digital que ahora mismo no existe.

Ruth García Belmonte

Directora de Contenidos de la Cadena SER en la...