En el nombre de hoy, con José Miguel Rojo: 'La polarización salva a Mazón'
Columna de opinión del politólogo y profesor de Ciencia Política y Opinión Pública de la UMU

En el nombre de hoy: 'La polarización salva a Mazón'
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Murcia
En el nombre de hoy, 24 de marzo, hablamos del curioso caso del líder que resistió a la peor crisis. Frente a ataques de todo tipo, de fuera y de dentro de su partido, Mazón sigue. Y parece que va a aprobar presupuestos, el salvavidas de un gobierno. La oposición de izquierdas en la Comunidad Valenciana no termina de rentabilizar electoralmente la gestión de la DANA y las fugas electorales que sufren los populares no parecen producirse entre bloques, lo que generaría, en la práctica, nulas consecuencias políticas.
En el particular “Manual de resistencia” de Carlos Mazón debería figurar un capítulo llamado “Polarización”. La animadversión extrema entre los ciudadanos de izquierdas y de derechas en España dificulta que pidamos cuentas a los líderes afines. Los políticos empiezan a ser conscientes de este clima de inmunidad. Nuestro cerebro atenderá a otras evidencias para tratar de exculpar a aquel que representa a la tribu o, al menos, para tratar de convencernos de que no es posible “darle el gusto al enemigo”. Prefiero sufrir en silencio antes que reconocer que estábamos equivocados. A veces la política es intestina.
Más allá del asunto valenciano, conviene reflexionar hasta qué punto la polarización daña la rendición de cuentas y nos convierte en ciudadanos menos críticos, dispuestos a justificarlo todo si con eso preservamos a nuestro endogrupo. El partidismo nos vuelve seres tremendamente irracionales, capaces de argumentar que la corrupción no es igual si la practican los nuestros o que el rechazo a la inmigración, con acento catalán, duele menos. Perdonar a los propios es divino, juzgar implacablemente a los de enfrente un imperativo moral.
Siempre encontraremos alguna rendija para no reconocer que, a veces, los nuestros lo hacen mal. Rematadamente mal. Que la lealtad extrema significa irracionalidad y que daña a la democracia. No se trata de ir en búsqueda del dato que me convence, sino de ser lo suficientemente valiente como para reconocer que un dato es cierto, aunque lo proporcione del rival. Dar la razón no es una forma de traición.
José Miguel Rojo