El Laboratorio de López Nicolás: Cinco pasos para evitar el fraude en tu cesta de la compra

Murcia

En un esfuerzo por educar a los consumidores, López Nicolás presenta cinco pasos para evitar el fraude en la compra de complementos alimenticios. Estos pasos incluyen la selección del producto, la identificación del ingrediente estrella, la búsqueda del ingrediente responsable, la comprobación de la efectividad del complemento a través del EFSA Journal, y la búsqueda de alternativas más saludables y económicas en la alimentación convencional.

Por ejemplo, al analizar un suplemento ficticio, al que hemos llamado "Memorión", descubrimos que su ingrediente estrella, la fosfatidilserina, no tiene propiedades científicamente comprobadas. Otros ingredientes como la taurina y la jalea real tampoco muestran evidencia de mejorar el rendimiento intelectual. En cambio, los minerales y vitaminas presentes en el suplemento se encuentran en cantidades mucho mayores en alimentos convencionales como las sardinas.

Este análisis revela que muchos complementos alimenticios utilizan la "táctica del asterisco", donde los ingredientes autorizados por la EFSA no son los ingredientes estrella por los que se paga una alta cantidad de dinero, sino otros que están presentes en concentraciones mucho más elevadas en alimentos convencionales. Aunque legal, esta práctica puede no ser ética.

Además, ponemos el foco en los alimentos funcionales que reducen el colesterol: ¿realmente funcionan?

Las enfermedades cardiovasculares matan a aproximadamente 4 millones de personas al año en los países miembros de la Organización Mundial de la Salud y a cerca de 1,9 millones en la Unión Europea. Estas enfermedades son la principal causa de mortalidad en hombres mayores de 45 años y en mujeres mayores de 65 años en toda Europa, superando incluso a todos los tipos de cáncer juntos.

Para combatir estas enfermedades, se han implementado diversas estrategias, entre ellas la reducción de los niveles de colesterol en el organismo. Los alimentos funcionales, como margarinas, productos lácteos y aderezos para ensaladas, enriquecidos con esteroles y estanoles vegetales, han ganado popularidad por su capacidad para bloquear la absorción del colesterol a nivel intestinal, reduciendo así sus niveles sanguíneos.

Los esteroles y estanoles se encuentran de forma natural en frutas, verduras, frutos secos, semillas y aceites, pero en concentraciones muy bajas. Por ello, se adicionan a los alimentos funcionales para alcanzar niveles efectivos. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha confirmado que un consumo diario de 3 gramos de estos compuestos puede reducir el colesterol LDL (colesterol malo) en un 11,3 % en un plazo de 2 a 3 semanas.

Sin embargo, la EFSA también advierte que estos alimentos funcionales están dirigidos exclusivamente a personas que necesitan reducir su colesterol en sangre y no deben ser consumidos en exceso. Además, no se recomienda su consumo a mujeres embarazadas o en lactancia, ni a menores de 5 años. Es fundamental combinar la ingesta de estos alimentos con una dieta saludable y consultar al médico si se está tomando medicación contra el colesterol.

Aunque estos alimentos funcionales pueden reducir ligeramente los niveles de colesterol LDL, no se ha demostrado que disminuyan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Para una evaluación completa, se necesitarían estudios a largo plazo que analicen su impacto en la salud cardiovascular.

En definitiva, para prevenir enfermedades cardiovasculares, se recomienda una dieta rica en verduras y frutas, suficiente en proteínas y grasas saludables, baja en carbohidratos refinados, y adaptada a cada metabolismo, junto con una actividad física regular. Además, es importante recordar que el colesterol juega un papel crucial en el organismo y su alta presencia puede indicar una patología seria que debe ser investigada.