Qué hacer (y qué no) para vivir a tope las procesiones de Lorca

Lorca

En estas fechas de Semana Santa Lorca es un hervidero de personas que fluyen por las calles, desde primera hora hasta la procesión, e incluso más allá de la recogida de los sagrados titulares de las distintas cofradías, a su paso por la carrera.

Para poder desenvolvernos bien y disfrutar al máximo la experiencia de nuestras procesiones recomendamos sumergirnos en ellas y estar presentes en aquellos momentos que, bajo ningún pretexto, no nos podemos perder. Aquí van unos consejos para vivir las procesiones desde dentro, en clave lorquina.

• 1- Si venimos de fuera del centro de Lorca o de otros municipios, se recomienda llegar con suficiente antelación. Para vivir la experiencia completa es mejor llegar por la mañana.
• 2- Estacionar en los aparcamientos disuasorios habilitados por el Ayuntamiento. Están señalizados y, aunque no lo parezca, muy cerca del núcleo de las procesiones. Hay que evitar llegar al centro en coche, ya que al corte de calles por la procesión se unen las obras del AVE.

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• 3- Localizar el lugar (sector) donde se ubican nuestras entradas. Así podemos acceder directamente por la tarde, sin pérdida de tiempo, a poco tiempo del inicio de la procesión, lo que nos permitirá disfrutar más el ambiente previo.
• 4- Comprar los pañuelos, pines para la solapa y otros elementos identificativos del color de la cofradía con la que simpaticemos. Los de mayor calidad, incluso bordados, se pueden adquirir en las tiendas de los museos, sedes de los Pasos.

• 5- Adquirir el avituallamiento para las procesiones. A diferencia de otros entornos de procesiones más convencionales, no hay reproche social en el hecho de comer y beber al paso de los desfiles bíblico-pasionales. En un lote de procesión no pueden faltar las empanadillas, la torta de pimentón o de chicharrones, los crespillos, el pastelillo de crema y los chochos y las picardías. Y que no falte el agua, para pasar las viandas y tener la garganta en forma para dar vivas a los pasos.

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• 6- Si disponemos de tiempo antes de la procesión, especialmente si ya estamos en la ciudad por la mañana, es ineludible la visita a los museos de cada cofradía, en el centro de la ciudad y a las naves, situadas en las afueras, donde se adecentan los caballos y se preparan todos los enseres que saldrán en la procesión.
• 7- Recogida de banderas. Una hora antes de la entrada de la procesión en la carrera principal de la avenida Juan Carlos I, se lleva a cabo la tradicional y emocionante recogida de banderas, que lucen durante el día en balcones de destacados miembros de cada cofradía. En la calle esperan los fieles de cada paso, con banda de música, que acompañará su recorrido, con los seguidores detrás vitoreando a la bandera y al color de la misma. Especialmente emocionante, e incluso tenso, es el momento en que se cruzan las comitivas de cofradías “rivales”.

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• 8- En la sede religiosa de las cofradías, es muy emotivo presenciar la salida de sus sagrados titulares para incorporarse a la carrera secundaria, que es la transcurre por las calles traseras hasta llegar a la principal. Es una muy buena opción para disfrutar de otro modo los desfiles, sobre todo si no se tiene entrada en los palcos de la Avenida Juan Carlos I y permite presenciar de muy cerca los detalles de los bordados y las caballerías y otros elementos que no se aprecian igual en la lejanía de los palcos.
• 9- Dada la duración de las procesiones y al previsible descenso de las temperaturas al caer la noche, es importante llevar calzado cómodo y ropa de abrigo, aunque durante el día hayamos pasado calor.
• 10- Si tenemos especial predilección por un Paso, nuestro atuendo dará cuenta de esa identidad, con prendas y complementos de esos colores: azul, blanco, encarnado, morado, negro… Los más apasionados no conceden tregua al contrincante y no osarán llevar ninguna prenda con colores ajenos.
• 11- En el transcurso de la procesión, no cruzar nunca por delante del cortejo por el peligro a ser arrollados. Es una temeridad, dada la velocidad a la que avanzan los carruajes, además de una falta de respeto a lo que se representa, y un comportamiento que desluce la estética de los desfiles.

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• 12- En la medida de lo posible, evitar zonas de aglomeración, especialmente si vamos con niños o personas de avanzada edad o que tengan reducida su movilidad. No perdamos de vista a los niños en ningún momento.
• 13- Fijar, entre todos miembros del grupo familiar, un punto de encuentro claro y accesible, por si alguien se despista.
• 14- No subirnos a lugares inestables para ver la procesión. Podemos provocar un accidente y resultar heridos.
• 15- En situaciones de emergencia, no hacer caso de bulos. Recurrir solo a fuentes oficiales (Ayuntamiento de Lorca, Cuerpos de seguridad, Bomberos, Protección Civil…) y a medios de comunicación de referencia.

Si tomamos en consideración todos estos detalles, y teniendo en cuenta el encanto de las procesiones lorquinas, disfrutaremos mucho mejor de una experiencia que solo se puede vivir en estas fechas en un lugar del mundo, y ese lugar, es Lorca.