Día grande para la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco, este Viernes Santo

Lorca

Este Viernes Santo es uno de los días más importantes de la Semana Santa de Lorca. Desde primera hora de la mañana lorquinos y visitantes se ponen sus mejores galas para visitar las iglesias, museos de bordados, después tomar el aperitivo y por la tarde a las 20.00 horas presenciar el último desfile bíblico pasional donde el Paso Blanco toma el protagonismo ya que lucirán a su madre, la Virgen de la Amargura.

Vía Crucis Penitencial-Paso Morado

A las 10,30 h. desde la puerta de la Iglesia de San Francisco, con la subida del Santísimo Cristo del Socorro, la Santísima Virgen de losDolores y San Juan. El Vía Crucis matinal del Paso Morado es uno de los acontecimientos más destacados de la Semana Santa lorquina. Parte de la puerta del Colegio de San Francisco, en la calle Nogalte, y se dirige al Monte Calvario, con las imágenes del Stmo. Cristo del Socorro, la Stma. Virgen de los Dolores y San Juan, acompañados de penitentes morados. Hasta su llegada al Monte Calvario, conjunto declarado Bien de Interés Cultural, los rezaores van recitando versos, en las estaciones de penitencia, que se han transmitido oralmente de generación en generación desde el siglo XVIII.

Paso Blanco

El cortejo bíblico de Viernes Santo tiene una protagonista muy especial, la Santísima Virgen de la Amargura, que cierra la procesión seguida de cientos de blancos.

El desfile blanco comienza con la civilización romana, en la que podemos ver a los emperadores Octavio César Augusto, Teodosio I “El Grande”, Marco Licinio Liceano, Flavio Valerio Constantino y Marco Aurelio Valerio Majencio, en espectaculares enganches de caballos, acompañados por la Infantería Romana y la Agrupación Musical.

Destaca el grupo de Santa Elena, quien hizo valer su influencia para conseguir que su hijo Constantino declarara el Cristianismo como religión oficial del Imperio Romano. Desfila sobre un sillón imperial de inspiración bizantina.

El ritmo frenético de Roma deja paso al pueblo de Israel representado por el Rey David, seguido de su hijo Salomón y la Reina de Saba, que acudió a conocer al rey tras tener noticia de su gran sabiduría.

Tras ellos, la civilización asirio babilónica aparece representada por los reyes Ester y Asuero, y Nabucodonosor II. Ester y Asuero desfilan en bigas de forma paralela y en sus mantos se representa una sola escena: el momento en el que el rey informa sobre el edicto por el que expulsará a todos los judíos de su reino. Ester cae desmayada en ese momento y más tarde intercederá confesando su condición de judía para revocar la ley y salvar así a su pueblo.

Como nexo de unión entre el desfile bíblico y el religioso aparece el espectacular grupo de la Visión de San Juan, que representa los pasajes bíblicos del libro del Apocalipsis. Destaca la caballería de la Visión, compuesta por diez mantos de exquisito bordado que representan a civilizaciones opresoras o personajes históricos que atentaron contra el judaísmo. El triunfo del bien sobre el mal queda escenificado en la impresionante carroza de “La Bola”, en la que se puede ver al arcángel San Miguel derrotando al mal y dando paso al cortejo religioso, encabezado por el trono de San Juan Evangelista (Castillo Lastrucci). Le sigue la Santa Mujer Verónica (Sánchez Lozano), en un trono de plata, el primero de la Semana Santa de Lorca portado solamente por mujeres.

Cierra el cortejo blanco la titular de la cofradía, Nuestra Señora la Virgen de la Amargura (Sánchez Lozano), en un trono en andas tallado en madera de cedro, dorado en oro y con medallones de marfil que representan los misterios del Rosario. El palio y el manto, dirigidos por Emilio Felices y declarados BIC, están íntegramente bordados en seda y oro con estilo gótico.

La imagen va precedida por los Misterios del Rosario, grupo de nazarenos que se dividen en gozosos, gloriosos y dolorosos. Su escolta está formada por los Mayordomos de la Virgen, cuyos bordados están inspirados en estilos arquitectónicos gótico, romano, mudéjar y barroco.

Tras la procesión, todos los blancos se dirigen a la Capilla del Rosario para asistir a la recogida de la Santísima Virgen de la Amargura, momento en el que la emoción y el sentimiento blanco se desatan en vítores hacia la Virgen Guapa.

Paso Azul

La procesión de Viernes Santo del Paso Azul representa la historia de la redención por medio del triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas, el pecado y el demonio. Los personajes bíblicos e históricos del cortejo anteceden al paso del Cristo Yacente y la Virgen de los Dolores, titular de la hermandad.

El cortejo se inicia con el estandarte guion de la Virgen de los Dolores, dirigido por Emiliano Rojo en 1944, al que sigue la caballería de los exploradores que mandó Moisés a la Tierra de Promisión. A continuación, los palcos de una embravecida “carrera” se llenan de pañuelos azules al aire con la llegada de la Legión VII, los “armaos” azules, que desfilan al son de Las caretas, el himno de la hermandad. Junto a la infantería y la banda romana desfilan las banderas, que van girando como símbolo del triunfo azul.

Las figuras de Antíoco IV y Ptolomeo IV Filópator, así como el emblemático grupo de los etíopes, desfilan representando el hostigamiento de los imperios paganos sobre el pueblo de Israel. La jueza y profetisa Débora, que procesiona con su escolta de jinetes, se interpreta como una prefiguración de la Virgen en el Antiguo Testamento.

El grupo de Moisés y su madre adoptiva Meiamén representa la historia del Éxodo e introduce en la procesión el colorido y esplendor del Antiguo Egipto, que continua a través de los grupos de esclavas egipcias, la caballería de las profetisas o la majestuosa litera de Cleopatra. La reina desfila acompañada por Julio César y Marco Antonio y escoltada por la caballería egipcia.

En una gran carroza que revolucionó por completo la puesta en escena de las procesiones de Lorca se representa al emperador Nerón, tras el cual las siete cuadrigas de los emperadores Flavios y Antoninos hacen temblar la “carrera” y levantan a los palcos, emocionados ante otro de los grupos más señeros del cortejo azul.

Las figuras de Poncio Pilatos con su escolta romana y Tiberio César preceden al grupo del Triunfo del cristianismo, formado por la caballería de los dioses mitológicos y la carroza con el demonio y los pecados vencidos por san Miguel y por la Iglesia, encarnada en el papa, que viste un gran manto con la resurrección de Cristo.

El estandarte del Cristo Yacente, obra de Emiliano Rojo, abre el cortejo de esta imagen, que desfila tras un grupo de quince acólitos que visten dalmáticas. El Cristo de la Buena Muerte es una talla de José Planes de 1945 que desfila portada por 88 portapasos acompañado por un entorno de gran sobriedad.

Cierra y preside el cortejo la Madre Azul, la santísima Virgen de los Dolores, en cuyo entorno de bordados se encuentran las principales obras ideadas por Francisco Cayuela en la época clásica de este arte a comienzos del siglo XX, y otros ejemplos más recientes e igualmente extraordinarios como los nazarenos dirigidos por José López Gimeno.

Paso Morado

Procesiona con Guion, Centuria del Gólgota, Banda Romana de Cornetas y Tambores, Estandarte de la Santa Cena y faroles, Mayordomos de la Santa Cena, Estandarte del Stmo. Cristo del Perdón y faroles, Mayordomos del Stmo. Cristo del Perdón, Trono del Stmo.

Cristo del Perdón, Directiva y Mayordomos de la Cofradía, Bandera de Gala, Estandarte del Stmo. Cristo de la Misericordia y faroles, Hermanos de la Hermandad del Socorro, Estandarte de la Santa Faz y faroles, Tercio de Nazarenos del Grupo del Calvario, Estandarte de la Stma. Virgen de la Piedad y faroles, Mayordomos de la Stma. Virgen de la Piedad, Trono de la Stma. Virgen de la Piedad, Tercio de nazarenos “Las Cinco Llagas”.

Paso Encarnado

El Viernes Santo protagoniza los Encuentros al transcurrir por Santo Domingo, sede religiosa del Paso Blanco, y por San Francisco, de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.