Anna Gil Wittke: "Si tu marido es adicto a la pornografía no es porque tú no eres suficiente o no has sabido darle lo que necesitaba"

Murcia

La psicóloga y sexóloga Anna Gil Wittke ha abordado esta semana en 'Hablando claro' un problema que cada vez es más habitual en las parejas y en las consultas: la adicción a la pornografía del marido.

Se da cuando el varón depende del consumo de la pornografía para conseguir el placer sexual, y es muy difícil de detectar porque "es silenciosa y puede se puede mantener durante años".

Sin embargo, hay algunos aspectos que pueden hacer saltar las alarmas, como son la falta de deseo, o lo contrario, que hay mucha impulsividad e incluso la búsqueda de ciertas prácticas que están asociadas a esa pornografía. También se puede apreciar cuando hay un distanciamiento, una mayor dependencia de dispositivos móviles o incluso, "en casos más extremos, faltas y dejación de responsabilidades, como preparar la comida o ir a buscar a los niños al colegio".

Normalmente son las mujeres las que acuden a la consulta del sexólogo alegando "algo no va bien, o mi marido tiene un problema con la pornografía". Son mujeres, dice Gil Wittke, que llegan con una autoestima muy dañada y que se culpabilizan por la adicción del marido. "Si mi marido está consumiendo tanta pornografía es porque yo no soy suficiente o mi cuerpo no le gusta tanto". Y es que este problema "siempre nos va a alejar de la realidad".

Para ello, una vez detectado el problema, es importante poner límites y no aceptar prácticas que la mujer considere que son humillantes o que le puede hacer no sentir bien. "Una de las mejores opciones cuando se descubre esa adicción es poner límites claros y que se mantengan el tiempo y hacer elegir al marido escoger entre seguir llevando esa vida en secreto o invertir en nuestra relación y trabajar en esa adicción".

Ahora, también se enfrenta a que el marido pueda elegir el porno a la relación. Y en este sentido, añade, si se queda, que sea porque ha tomado conciencia, "y no basta con una simple promesa".

Es fundamental que el hombre tome conciencia y acceder a un profesional que esté formado dentro de la psicología en la adicción a la pornografía, y a partir de ahí, explica la sexóloga, tiene que haber un control de impulsos. Y también un código de sinceridad, "de forma que seamos sinceros, incluso en las recaídas. El trabajo va a tardar y se tiene que mantener".

Para Gil Wittke, "no es necesario que siempre que tu marido te pida algo estés siempre dispuesta, porque por tu culpa puede recaer, y sobre todo, no llevar todo el peso de la adicción del marido, soltar ese peso, y ser consiente de que le puedes acompañar, pero no curar", sentencia.