El viaje de sus vidas

Cartagena

Ella, asturiana afincada en la Región, volvió cuatros meses después de llegar a la Antártida. Su pareja, Paco, lo hará este viernes a Cabo de Palos después de 80 días navegando totalmente solo desde hace más de dos meses. Fue el 21 de febrero cuando salió de Maldivas, desde entonces, no ha tocado tierra hasta hoy, que ha atracado en Cabo de Gata.

Para Paco Henarejos este marinero y aventurero de Lo Pagán ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida mental y físicamente. 8600 millas navegadas que acabarán en unas horas, pero que no cambiaría la experiencia por nada del mundo: "He tenido de todo, momentos muy buenas, navegaciones muy placenteras y momentos en los que he rozado la desesperación".

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Eso a la vuelta, porque a la ida, cuando llegaron a la Antártida se encontraron una tormenta que los tuvo 15 horas "capeando y aguantando con vientos huracanados de 40 o 50 nudos, quizá más, tormenta de nieve y quince horas intentando aguantar la posición". No tuvo miedo, pero reconoce que el día después de este suceso, su cuerpo le pasó factura: "Cuando todo paró, empecé a temblar, pero que no podía parar. Pensé que era frío, empecé a taparme, pero me di cuenta que no era eso, que era el nervio que me había estado aguantando y que me salió todo de golpe".

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Pasado el susto, Deva se volvió en febrero a casa. Se queda con lo "espectacular que es la Antártida y los iceberg. Algunos -añade-, son como campos de fútbol. Y también me quedo con un momento en el que vimos cientos de ballenas en una Bahía muy cerca de costa que estaban muy tranquilas. Veías chorros por todas partes, pudimos grabarlas, tenemos imágenes preciosas de ellas".

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Pero como en todo viaje, también hay una parte menos bonita, "se nota la mano del hombre, la contaminación. Nos pasó una cosa en mitad del Atlántico. Nos pusimos a pescar y cuando pensábamos que había picado un atún, al levantar la caña lo que había era un trozo de plástico gigante. Nos estamos cargando todo". Además, "hay un negocio creciente de cruceros y sobre todo por la parte del Norte y el tráfico de cruceros y de pasajeros es palpable".

De momento, no tienen fecha ni lugar para la siguiente aventura. Ahora toca descansar y preparar todo para recibir a Paco que llegará este viernes a Cabo de Palos: "No tengo prisa. Estoy relajado, muy en paz. Mañana por la mañana nos vemos. Os quiero a todos". Habrá un pequeño recibimiento para este aventurero que ha cumplido uno de los sueños de su vida.