La recuperación del meandro del Vivillo frenará el curso del Segura y contribuirá a prevenir inundaciones

Murcia

El Ayuntamiento de Murcia ha sacado a licitación la recuperación y restauración ambiental del meandro del Vivillo, en el cauce del río Segura a su paso por las pedanías de Rincón de Seca y Rincón de Beniscornia, una actuación que pretende recuperar el trazado original del río antes de su entubamiento recuperando así la biodiversidad en la zona.

El proyecto ha salido a licitación con un presupuesto de unos 1,8 millones de euros procedentes de fondos europeos para la Fundación para la Biodiversidad y tendrá un plazo de ejecución de un año, según ha detallado el alcalde, José Ballesta, durante la presentación de la intervención.

La iniciativa forma parte de la segunda parte del proyecto Murcia Río, que se centra ahora en la intervención en el Segura fuera de los límites urbanos del municipio, en los que ya se intervino en una primera fase.

Según ha explicado Ana Martínez, una de las ingenieras municipales responsables de la redacción del proyecto, el objetivo es restaurar y recuperar el cauce original del río en esta zona, donde su forma natural era la de un codo que ralentizaba la velocidad del agua.

Tras las riadas de 1973, se optó por el encauzamiento del Segura, que perdió ese meandro, quedando en una sección recta, que ha propiciado una mayor velocidad del agua, por lo que recuperar la forma original curvada ayudará de manera natural a frenar esas velocidad y prevenir inundaciones.

Con la modificación del cauce se va a conseguir un espacio vegetado y natural como amplia biodiversidad a través de la vegetación de ribera.

Para ello, ha indicado otro de los técnicos responsables del proyecto, Antonio Miguel Ruiz, se va a ensanchar el cauce actual, eliminado la mota actual y generando una nueva, que será reforzada con técnicas de bioingeniería, que permiten dar soporte a la estructura del cauce hasta que arraigue la vegetación para ofrecer ese soporte de manera natural.

Con la intervención se va a generar un talud más tendido que el actual para promover la implantación de vegetación de ribera y evitar la proliferación de especies invasoras, principalmente las cañaveras.

En el nuevo entorno se van a habilitar zonas de estancia y también diferentes sendas para propiciar que la zona tenga un amplio beneficio social como área de esparcimiento y contacto con la naturaleza.