Murcia rinde homenaje a Marie Curie, pero olvida a su científica más ilustre, Piedad de la Cierva

MURCIA

La ciudad de Murcia rindió hace años homenaje a la célebre científica Marie Curie, con la instalación de una placa conmemorativa en el histórico Hotel Reina Victoria, lugar donde la investigadora francesa almorzó durante su visita a la ciudad el 3 de mayo de 1931.

El reconocimiento, del que se ha hecho eco esta semana José Manuel López Nicolás en su Laboratorio, forma parte de la iniciativa MurCIENCIA, impulsada por la Academia de Ciencias de la Región de Murcia y la Universidad de Murcia, que propone una ruta turístico-científica por 12 puntos emblemáticos de la ciudad, cada uno vinculado a un aspecto de la ciencia.

López Nicolás se muestra, por un lado, agradado de que Murcia haya rendido un tributo adecuado a la más destacada científica de todos los tiempos, Marie Curie, pero, por otro lado, se apena de que no lo haya hecho con la investigadora más relevante que ha nacido en nuestra región, Piedad de la Cierva.

Marie Curie, pionera en el estudio de la radiactividad y primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas disciplinas científicas, visitó España en tres ocasiones. En su paso por Murcia fue recibida por autoridades locales y académicas en el Hotel Victoria, un edificio cargado de historia que albergó a personalidades como el rey Balduino de Bélgica y Ernest Hemingway.

Sin embargo, este homenaje ha reavivado el debate sobre el escaso reconocimiento a Piedad de la Cierva, destacada científica murciana que desarrolló una brillante carrera en el campo de la física y la energía nuclear. Fue una de las primeras mujeres en trabajar en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y participó en proyectos clave durante el siglo XX.

La falta de un tributo similar a De la Cierva en su propia región ha sido motivo de reflexión para López Nicolás, que considera necesario visibilizar también el legado de las científicas locales.

Piedad de la Cierva: la científica murciana olvidada que desafió su tiempo

Mientras la ciudad de Murcia rinde homenaje a figuras históricas como Marie Curie, aún queda pendiente un reconocimiento a Piedad de la Cierva, considerada la científica murciana más importante de la historia.

Nacida en 1913, Piedad fue pionera en el campo de la física y la química en España. Estudió en Valencia y se doctoró en Madrid, donde trabajó con destacados científicos como Julio Palacios. Su formación la llevó al Instituto Niels Bohr en Dinamarca, donde coincidió con premios Nobel y figuras clave de la ciencia del siglo XX.

Durante la Guerra Civil, ejerció como profesora y enfermera. Tras el conflicto, se incorporó al CSIC, siendo la primera mujer en hacerlo, y trabajó en proyectos de óptica y tecnología militar. En 1955 recibió el Premio Juan de la Cierva por su trabajo en vidrio óptico, y en 1966 obtuvo un segundo galardón nacional por sus investigaciones sobre la cáscara de arroz como aislante térmico.

Sin embargo, su carrera académica fue truncada por la discriminación de género. En 1941, a pesar de ser la candidata más cualificada, se le negó una cátedra universitaria en Murcia, que quedó vacante antes que ser ocupada por una mujer.

Piedad de la Cierva falleció en 2007 sin homenajes ni repercusión mediática. Hoy, voces desde el ámbito científico, como la de nuestro profesor, y también del ámbito social, reclaman que la Región de Murcia salde su deuda con ella, proponiendo que se le dedique una calle o un espacio público en su honor.