La cirujana denunciada dice que supervisó las operaciones pero no las ejecutó
Así lo ha indicado su abogado, Carlos García Gil, después de que la facultativa haya prestado declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena

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Cartagena
La cirujana venezolana Kebeya Nessi, que ha sido denunciada por dos mujeres que sufrieron graves secuelas tras someterse a sendas operaciones de cirugía estética en Cartagena, ha señalado este viernes que se limitó a supervisar estas intervenciones, que fueron llevadas a cabo por un cirujano español que colabora con su marca comercial.
La facultativa, que ha declarado por videoconferencia, lo ha hecho a petición propia, según ha insistido su abogado, que ha apuntado que “la marca Kebeya funciona como una marca comercial, que capta y recibe clientes, que en este caso son pacientes”.
Se trata, ha insistido, de una “marca registrada” que incluye un método quirúrgico y una instrumentación médica propios que se llevan a cabo a nivel mundial a través de colaboraciones de profesionales de diferentes países.
La doctora, ha dicho, supervisa personalmente todas estas intervenciones, que en el caso que se está investigando, ejecutó el cirujano JASR, que firma los informes y altas de las dos víctimas.
Este profesional declaró en el marco de la instrucción de esta causa el pasado 3 de febrero y afirmó que fue él quien había alquilado el quirófano en el hospital privado Virgen de la Caridad y quien llevó a cabo las dos intervenciones de cirugía estética.
Las dos mujeres operadas niegan categóricamente esta afirmación y aseguran que en ningún momento tuvieron conocimiento de que otra persona diferente a la doctora Nessi fuera a intervenirlas.
Ambas contrataron sus servicios motivadas por la publicidad que la cirujana hace en sus redes sociales, a través de las que promociona sus intervenciones.
Fue a través de esas cuentas en redes como la conoció Yngrid G., que fue operada en la clínica privada de Cartagena el 14 de junio de 2024 en una intervención que incluía una abdominoplastia (liposucción de abdomen) con lipotransferencia de la grasa extraía a los glúteos y una mastopexia (elevación del pecho).
Tras la cirugía, Yngrid G pasó cinco días en la UCI del hospital público Santa Lucía de Cartagena, donde estuvo después un mes hospitalizada en planta, con daños en el hígado, infección bacteriana y senos necrosados, y desde entonces, ha tenido que someterse a otras dos cirugías y aún no ha logrado recuperarse.
La otra denunciante es Olga D., que fue operada el 21 de octubre de 2023 en una intervención para la retirada de implantes a base de biopolímeros, una sustancia prohibida en España, y que estaban provocando a esta mujer importantes dolores e inflamación.
Se sometió además a una mamoplastia (aumento de pecho), una liposucción 360 (retirada de grasa de todo el contorno del cuerpo) y una lipotransferencia a glúteos (trasferencia de la grasa retirada a los glúteos), tras lo cual tuvo que acudir en varias ocasiones a urgencias, donde le detectaron importantes infecciones e inflamación provocadas por el líquido infiltrado durante la liposucción, que no se eliminó correctamente con masajes drenantes, como es habitual tras realizarse esta técnica.
Más grave es la situación derivada de la incorrecta retirada de los biopolímeros, que se han desplazado hasta la pierna izquierda, amenazando a las arterias y poniendo en serio riesgo su vida, por lo que la sanidad pública ha aprobado hacerse cargo de la retirada de ese producto tóxico.




