De ser recogepelotas a llevar corbata en el banquillo: la historia de Carlos Grávalos en UCAM Murcia

Murcia

Las historias del deporte son fascinantes. Todo lo que tiene que ver con cómo se prepara un partido, los grandes logros o los titulares que abren los informativos. Pero, no menos importante, es el día a día. Las pequeñas cosas que realmente forman la trayectoria de un club. Ahí entra en juego el invitado que hoy tenemos en Radio Murcia.

Carlos Grávalos es delegado de UCAM Murcia. Pero también baila. Es su pasión, su modo de vida y un camino profesional que estuvo cerca de abrirse cuando solo era un niño. Su familia, en concreto su madre, una apasionada de la danza, fue su gran impulsora. Finalmente escogió otro camino. Antes de la corbata que actualmente lleva en los partidos, justo en el banquillo al lado del cuerpo técnico, se enfundó dos disfraces de mascota del club. Aunque, mucho antes, fue recogepelotas del club.

Grávalos es puro CB Murcia. Aunque tenemos que remontarnos a la época de Júver, pasando por Polaris. Ahí nos confiesa su momento más crítico dentro del equipo. Pero en esa trayectoria y cuerda floja estuvo su principal virtud: ver lo que para otros pasa desapercibido. En esa observación él es fundamental, es el culpable de gestionar el día a día de manera amistosa de los jugadores, un confidente para ellos y la válvula de escape para templar los nervios.

Sito Alonso y Carlos Grávalos, una relación curiosa y sorprendente

"Nos saludábamos, sin más". Claro, eso fue antes de la llega de Sito Alonso a UCAM Murcia. El delegado del club nos adentra en las mejores anécdotas, de cómo el entrenador y él estuvieron condenados a entenderse, a tener hoy día una relación especial y de mucho cariño y respeto: "El que más me ha sorprendido como entrenador, pero también por cómo usa la psicología en los entrenamientos".