Desde mi claro del bosque, con Rosa Peñalver: "El calor mata en silencio"

Murcia

El calor ya no es solo una molestia estacional: es una amenaza real, persistente y, como bien señala la ONU, un asesino silencioso. En regiones como la murciana, donde las temperaturas extremas se han convertido en norma, "seguimos actuando como si el verano fuera una anécdota y no una emergencia climática", señala Rosa Peñalver. Mientras otras comunidades autónomas adoptan medidas de adaptación urbana, aquí seguimos viendo a niños y niñas dando clase en patios abrasadores, sin sombra ni refrigeración, como si el derecho a la educación no incluyera el derecho a la salud.

La falta de planificación climática no es solo una negligencia política, es una forma de violencia estructural. ¿Cómo es posible que en pleno 2025 sigamos sin un plan integral de climatización en centros educativos, sin corredores verdes urbanos, sin refugios climáticos accesibles? El calor no afecta a todos por igual: golpea con más fuerza a los más vulnerables, a los mayores, a quienes viven en barrios sin árboles ni ventilación, a quienes no pueden permitirse un aire acondicionado.

Combatir el calor no es solo una cuestión de confort, es una decisión de futuro. Es hora de que las administraciones regionales dejen de mirar hacia otro lado y empiecen a actuar con la urgencia que exige la crisis climática. Porque cada ola de calor que no se afronta con políticas valientes es una oportunidad perdida para proteger vidas.

Y mientras tanto, como dice Rosa Peñalver, seguimos esperando bajo el sol, en silencio, a que alguien decida que ya es hora de hacer algo.