La vigilancia en Isla Grosa comenzará este viernes tras meses de ausencia
Se repondrán las boyas de señalización el lunes para reforzar la protección del área

Entrevista Salva Solar, Solaz Lines
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Cartagena
Los centros de buceo y empresas de charter del Mar Menor han reclamado una vigilancia más temprana en Isla Grosa, un espacio natural protegido que forma parte de la Red Natura 2000 y que está catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). La falta de control durante los meses de primavera ha tenido consecuencias visibles en el entorno, según denuncian los profesionales del sector: "el otro día una embarcación que desconocía la normativa, tiró el ancla justo encima de la pradera de posidonia, con el consecuente daño y esto con el servicio de vigilancia no pasa o pasa menos veces", cuenta Salva Solaz, responsable de la empresa Solaz Lines.
Solaz ha señalado que este suceso no es un hecho aislado y que, durante este tiempo sin vigilancia, se han producido comportamientos que ponen en riesgo la biodiversidad de la zona, como estos fondeos indebidos, presencia de pescadores furtivos o navegación en áreas restringidas. “La vigilancia debería empezar al menos en primavera, no esperar al verano”, ha afirmado.
Desde la Dirección General de Medio Natural han confirmado que el servicio de vigilancia comenzará este viernes, coincidiendo con el inicio de la temporada alta turística. Además, está previsto que el próximo lunes se repongan las boyas de señalización que faltan en el entorno de Isla Grosa.
El servicio de vigilancia contará con personal especializado, embarcación propia y material técnico para controlar el cumplimiento de las normas del Plan de Gestión Integral de los Espacios Protegidos del Mar Menor y la Franja Litoral Mediterránea
Este plan establece limitaciones a ciertas actividades para preservar la biodiversidad de un entorno especialmente frágil.
A pesar de la crisis sufrida en la laguna, los profesionales del mar destacan que el ecosistema del Mar Menor muestra signos de resiliencia. “Hay cosas que han mejorado respecto a otros veranos como la transparencia en algunas zonas. En el mes de mayo pudimos llegar a ver unos seis metros, algo que no sucedía desde hace mucho tiempo. Pero el Mar Menor sigue sufriendo una gran entrada de nutrientes cada año que afectan, claro está, a su ecosistema”, asegura Solaz, aunque insiste en que la protección debe ser constante y no estacional.

Teresa García Navarro
Licenciada en Filología Hispánica y en Periodismo. Más de 30 años ligada a la comunicación. Comenzó...




