Toquinho recibe el premio del festival La Mar de Músicas y se gana el cariño del público

Cartagena

Un abarrotado recinto esperaba una de las citas musicales de mayor relumbrón de cuantas jalonan el programa de esta 30ª edición del festival La Mar de Músicas. La periodista Lara López fue la encargada de glosar la figura de este insigne músico brasileño y dejó en el aire un mensaje que cobra especial vigencia en la actualidad: “No al racismo”.

Y siguió su parlamento resumiendo el inabarcable legado del músico: casi 80 años de vida, con 55 de carrera, 60 álbumes y 500 canciones. Le hizo entrega del galardón la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y Toquinho, escueto, lo agradeció: “Cuanto tienes un reconocimiento en vida es mejor. Muchas gracias por su calor humano”.

Y a partir de ahí, durante 90 minutos, se fueron sucediendo las canciones y las emociones. Música nacida de la creatividad de este prolífico autor y cantante que fue contando la historia detrás de cada canción y las múltiples influencias que le han alimentado: Vinicius de Moraes, Luis Gonzaga, Violeta Parra, y sobre todo, Chico Buarque.

Contó que Chico Buarque lo llamó desde Roma cuanto tenía 22 años diciéndole que tenían contratados 20 conciertos, y que él se extrañó de ello, ya que nadie les conocía, que cogió un avión con destino a Roma y que después de recorrer 10.000 kilómetros, al llegar, le confesó que no había ninguna actuación prevista. Pese a ello la estancia se prolongó durante meses de fructífera colaboración artística.

Fue la suya una actuación disfrutona resumida en la sentencia: “Estar aquí con ustedes es mucho mejor que trabajar”. Y contó que con 12 años dos canciones de Tom Jobim le hicieron pensar que quería dedicarse a la Bossa Nova, un estilo musical que es una de las principales señas de identidad de su país.

En su repertorio fue desgranando “La chica de Ipanema”, “Samba de Fiumicino”. “Aquellas pequeñas cosas” de Joan Manuel Serrat a dúo con Pasión Vega, de rojo pasión, que en alusión a la edad del maestro brasileño, apuntó: “Es un hombre de 80 kilates”.

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Una de las mayores influencias de Toquinho ha sido la de Vinicius de Moraes, con quien compuso 150 canciones y empezó su colaboración con una serie de recitales en Argentina.

También agradeció la inspiración de Luis Gonzaga en una forma muy peculiar de tocar la guitarra, y siguió desarrollando un repertorio en el que estaba también “Playa de Itapúa”, una de las principales muestras de esta forma interpretar el instrumento de las seis cuerdas.

A continuación salió a escena Camilla Faustino, con quien lleva colaborando “9 años, 6 meses y 2 días”, dijo divertido como si se tratara de una condena. Feliz penitencia para ambos y para el público, ya que la simbiosis entre ambos es perfecta. “Vosé abusó” fue la primera muestra de esa colaboración y hasta el final del show siguieron muchas más.

Cuenta Toquinho que cuando escuchó a Camilla cantar y la invitó a colaborar con él, para ir a Colombia, no las tuvo todas consigo, sino que se hizo de rogar: “Me dijo que tenía que mirar su agenda”.

Con Pablo Alborán cantó “Contigo aprendí”, y a ellos se sumó después Camilla para seguir con otra de Vinicius.

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En todo momento Toquinho se hizo acompañar por una sección rítmica con bajo y batería, junto a la preciosa sonoridad de su guitarra acústica. Sencillez y belleza en cada nota.

“Que será”, otro clásico que en España popularizó en los años 80 Ana Belén, “Berimbau”, con evocaciones a Salvador de Bahía, la ineludible “Acuarela”, su mayor éxito en España, “Gracias a la vida”, de Violeta Parra, y “Tristeza” rubricaron una noche para el recuerdo