"Compré mi casa y quiero vivir en ella": la lucha de Donato Ndongo por sus derechos

Murcia

Donato Ndongo, de 75 años, iba a ser desahuciado este miércoles de su vivienda en el barrio murciano de Espinardo, donde reside desde hace 23 años. La casa, adquirida en 2002, pasó a manos de un fondo de inversión tras la ejecución hipotecaria. Sin embargo, la comisión judicial ha concedido un nuevo aplazamiento de dos meses al considerar su situación de vulnerabilidad.

Ndongo, que percibe una pensión inferior a los 1.000 euros, denuncia que los años trabajados para entidades españolas en Guinea Ecuatorial no fueron cotizados a la Seguridad Social, lo que le impide acceder a una jubilación digna. "No quiero estar provisionalmente en mi casa. No quiero que me regalen una vivienda social. Quiero justicia", ha dicho en una entrevista en el programa Hoy por Hoy Región de Murcia.

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El intelectual africano ha agradecido el apoyo recibido por parte de numerosos colectivos y vecinos de Espinardo: "Gracias a ese apoyo sigo provisionalmente en mi casa. Pero no quiero caridad. Nunca he pedido asistencia social ni el paro. Solo quiero que se reconozcan mis derechos", ha dicho.

Ndongo también ha denunciado el racismo estructural que, según él, ha sustituido al paternalismo de sus primeros años en España: "Antes era exotismo. Ahora es racismo. Y lo vivo cada día", ha comentado.

Apoyo ciudadano y denuncia de racismo estructural

El intelectual ha recibido el respaldo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el colectivo Afromurcia en Movimiento, representantes de los Yayoflautas, así como militantes y cargos de Izquierda Unida-Verdes de la Región de Murcia, además de vecinas y vecinos que han querido mostrar su apoyo.

Ginés Mateo, responsable de la Red de Migración de IU-Verdes en la Región de Murcia, ha reclamado un "cambio sistémico" que garantice el derecho a la vivienda incluso en situaciones de dificultad económica: "La vivienda es un derecho, no un artículo de lujo. No puede seguir siendo un elemento de intercambio al servicio del capital y de los fondos buitre".

La cultura como resistencia

Con una trayectoria destacada como escritor, periodista e historiador, Ndongo reivindica la cultura como herramienta de resistencia frente a la injusticia: "La cultura lo es todo. Es lo que permite a los pueblos resistir frente a los tiranos. Si se priva a la gente de cultura, se les somete a la ignorancia", ha advertido a los oyentes de la Cadena SER en el transcurso de la entrevista.

Ndongo ha subrayado que la cultura ha sido su principal herramienta para resistir a lo largo de su vida, tanto frente a las adversidades personales como ante los sistemas de opresión. "Gracias a la cultura llegué a ser escritor, periodista, historiador. La cultura me ha dado voz y me ha permitido denunciar injusticias que de otro modo habrían quedado silenciadas", ha explicado. Para él, el acceso al conocimiento y a la palabra es una forma de empoderamiento que los regímenes autoritarios temen y combaten.

En su análisis, el intelectual ecuatoguineano ha advertido que "la ignorancia es el terreno fértil donde crecen los abusos. Por eso, quienes aspiramos a una sociedad más justa no podemos bajar la guardia", ha resaltado. Ndongo ha vinculado esta reflexión con la situación de muchos inmigrantes africanos en España, que —según denuncia— siguen siendo víctimas de estigmatización y exclusión estructural.

Reconocimiento literario en medio de la adversidad

En medio de esta difícil situación personal, Donato Ndongo ha sido galardonado con el VIII Premio Internacional de Poesía Dama de Baza (Granada), junto al poeta Enrique Gracia Trinidad. El jurado ha destacado su trayectoria literaria y su papel como impulsor del africanismo en España.

"Es un dulce en medio de tanta amargura", ha reconocido Ndongo al ser preguntado por este galardón, noticia que se ha conocido esta misma semana.

De Ndongo, el jurado ha querido premiar su amplia trayectoria literaria, que lo ha consolidado como uno de los máximos impulsores del africanismo en España, donde llegó por primera vez en 1965, con 14 años, cuando el país centroafricano era todavía una colonia española.

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Estudió periodismo y trabajó en varios medios de comunicación antes de regresar a Guinea Ecuatorial en 1985, donde dirigió el Centro Cultural Hispano-Guineano de Malabo, dependiente del Ministerio de Exteriores español.

Desde ese año y hasta 1994, cuando regresó a España tras ser amenazado de muerte por el régimen del dictador Teodoro Obiang, compaginó esa labor con la de corresponsal primero y delegado después de la Agencia EFE para África central.

Los premios se entregarán el 25 de julio a las 21.00 horas en el patio del Palacio de los Marqueses de Cadimo.