"Ahogarse no es como en las películas: es rápido, silencioso y letal"

MURCIA

La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha lanzado una contundente advertencia: el ahogamiento es un proceso "rápido, silencioso y difícil de detectar", que puede desarrollarse en menos de dos minutos y sin apenas señales visibles. Así lo ha señalado Roberto Barcala, coordinador del grupo SEMES-Socorrismo, en el marco del Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos.

España, con más de 8.000 kilómetros de costa, 3.000 playas y una extensa red de ríos y embalses, ofrece condiciones ideales para el ocio acuático. Sin embargo, esta riqueza natural también conlleva riesgos: el ahogamiento es una de las tres principales causas de muerte no intencional en el país, con entre 400 y 600 víctimas mortales al año, y hasta 2.000 casos si se incluyen los no fatales.

Niños pequeños y adultos, los más vulnerables

Los menores de 4 años son especialmente vulnerables, sobre todo en piscinas privadas y durante la sobremesa (entre las 15:00 y las 18:00 horas), cuando la supervisión suele relajarse. En el caso de jóvenes y adultos, los entornos naturales como playas, ríos y pantanos son los escenarios más frecuentes de estos accidentes.

Factores de riesgo: móviles, alcohol y exceso de confianza

SEMES identifica varios factores de riesgo clave: Falta de supervisión directa, especialmente en menores; Uso del móvil mientras se vigila a los niños; Bañarse con bandera roja; Consumo de alcohol; Saltos desde alturas; Alquiler de embarcaciones sin formación; Falsa sensación de seguridad con flotadores o manguitos

Cinco claves para prevenir tragedias

Supervisión constante: especialmente a menores, sin distracciones; Olvidarse del móvil: la atención salva vidas; No confiar en manguitos o flotadores: no sustituyen la vigilancia; Usar chaleco salvavidas en actividades náuticas; Respetar las banderas y acudir a playas vigiladas.

En caso de presenciar un ahogamiento, SEMES recomienda alertar a los servicios de socorro, lanzar un objeto flotante y, si la persona no respira, iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta la llegada de emergencias.