El Mar Menor lanza señales preocupantes: ¿Estamos ante otro episodio de 'sopa verde'?
El investigador del IEO, Juan Manuel Ruiz, advierte de una preocupante tendencia al alza de la clorofila y pide medidas urgentes y coordinadas para evitar un nuevo colapso ecológico
Juan Manuel Ruiz IEO: preocupa el Mar Menor
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Cartagena
El Mar Menor vuelve a preocupar a los científicos. El Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha detectado una tendencia sostenida al alza en los niveles de clorofila, un indicador clave de proliferación de fitoplancton, que podría anticipar un nuevo episodio de inestabilidad ecológica como los vividos en 2016, 2019 o 2021.
Juan Manuel Ruiz, investigador del IEO, explica que los valores actuales, entre 3 y 5 microgramos por litro, están muy por encima de los registrados en los últimos dos años de aparente estabilidad. “No es tanto el valor puntual como la tendencia lo que nos preocupa”, señala. Aunque las lluvias recientes han alterado temporalmente los datos, el patrón observado recuerda a los episodios previos de sopa verde.
Ruiz también confirma que se han registrado episodios puntuales de anoxia (falta de oxígeno) en el fondo de la laguna, especialmente en la zona central, aunque sin extenderse por el resto del ecosistema.
Desde enero, el IEO ha desplegado un sistema de observación oceanográfica con boyas y sensores submarinos que permitirá visualizar los datos en tiempo real antes de fin de año. Esta herramienta será clave para la toma de decisiones por parte de las administraciones.
El investigador insiste en que no hay soluciones milagrosas a corto plazo. Si hay una "sopa verde" en marcha, no se puede frenar de inmediato, advierte. La clave está en aplicar medidas estructurales para reducir la entrada de nutrientes desde la cuenca y mantenerlas en el tiempo.
Aunque el Mar Menor ha perdido especies clave y parte de sus praderas submarinas, Ruiz mantiene la esperanza: “La recuperación es posible, pero requiere medidas eficaces y paciencia. Hay que pensar a medio y largo plazo”.
Informe del sistema de monitorización oceanográfica del Mar Menor del IEO-CSIC
El último informe del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), correspondiente al periodo del 18 al 25 de julio de 2025, recoge un aumento significativo de la clorofila a, indicador de proliferación de fitoplancton, acompañado de un incremento de la turbidez y una preocupante reducción de la luz que llega al fondo de la laguna.
Los datos recogidos por las boyas de monitorización revelan que la concentración de clorofila ha aumentado hasta cinco veces respecto a los valores registrados a principios de mes, alcanzando picos superiores a los 5 µg/l. Este fenómeno, que comenzó en las zonas central y sur, se ha extendido posteriormente al norte, y presenta un patrón diario cíclico con máximos cada vez más elevados. Estos niveles solo se habían observado anteriormente durante episodios de bloom fitoplanctónico desde 2016.
IEO
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Este aumento de fitoplancton ha provocado un incremento del 50% en el coeficiente de extinción de la luz, reduciendo la radiación submarina PAR en el fondo desde un 19,4% hasta apenas un 5,5% de la radiación superficial. Estos valores se sitúan en el umbral crítico para la supervivencia de los macrófitos bentónicos, fundamentales para la estabilidad del ecosistema.
Además, el informe señala un descenso puntual de oxígeno en la zona central (boya B), donde se registraron niveles de anoxia (<2 mg/l) durante el temporal de Levante del 24 y 25 de julio. Aunque los niveles se recuperaron rápidamente, este episodio refleja una posible pérdida de resiliencia del sistema.
Las temperaturas del agua, aunque aún elevadas, han comenzado a descender ligeramente tras la ola de calor de semanas anteriores. La salinidad, por su parte, muestra una tendencia al alza, interrumpida por las lluvias del 25 de julio, que provocaron un descenso puntual hasta los 41,63 en algunas zonas.
IEO
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El informe descarta la existencia de vertidos extraordinarios como causa del desequilibrio y apunta a una combinación de factores: alta disponibilidad de nutrientes (tanto externos como internos), temperaturas elevadas que aceleran procesos de descomposición, y una posible pérdida de eficacia de la Caulerpa prolifera para controlar los nutrientes. Todo ello podría estar favoreciendo el crecimiento del fitoplancton y comprometiendo la oxigenación del agua.
En cuanto a la “mancha blanca” (Estación M), sus valores de temperatura, salinidad y oxígeno son similares a los del resto de la laguna, pero presenta niveles de turbidez hasta seis veces superiores, lo que podría estar amplificando los efectos observados en zonas adyacentes.
El IEO-CSIC concluye que, si bien no hay indicios de un deterioro inmediato, la situación actual representa un riesgo elevado para el equilibrio ecológico del Mar Menor si se mantiene en el tiempo. La evolución de los próximos días será clave para determinar si se trata de un episodio pasajero o del inicio de una nueva fase crítica para la laguna.
