Aquino, Sarabia y Seyram, los tres jóvenes que han seducido a Etxeberria en el Real Murcia

Murcia

La pretemporada del Real Murcia está dejando pistas claras sobre lo que quiere Joseba Etxeberria para esta campaña: una plantilla corta, de 21 o 22 jugadores, pero con fondo de armario, donde el talento joven puede marcar diferencias. Y en ese fondo, hay tres nombres que han brillado con luz propia. Tres jóvenes que han convencido al técnico vasco y que podrían tener protagonismo en momentos clave: Mathieu Seyram, Aitor Sarabia y Álvaro Aquino.

Mientras Asier Goiria sigue trabajando en los últimos fichajes del verano, con especial atención a la llegada de un delantero y un extremo, el talento joven ha aprovechado los minutos en los amistosos para hacerse notar. Esta semana, el equipo se mide al Elche Ilicitano, y el 1 de septiembre arranca la liga en el grupo 2 de Primera Federación contra el Marbella. El reloj corre, pero el futuro ya se ha colado por la puerta del vestuario.

Un delantero, un extremo y un lateral: tres piezas que puede usar durante la temporada Etxeberria

El caso más llamativo es el de Mathieu Seyram, delantero de 19 años nacido en Benín, con nacionalidad ghanesa. Ha terminado su etapa juvenil y estará esta temporada a las órdenes de Adrián Colunga en el Real Murcia Imperial. El club lo tiene bien atado: cuatro años de contrato y una cláusula superior a los 10 millones de euros. Una cifra que no solo lo blinda, sino que le da margen para crecer sin presión. En pretemporada ha demostrado que puede competir. Tiene potencia, descaro y gol. Aunque Goiria busca un ‘9’ en el mercado, Seyram ha dejado claro que puede ser una alternativa real. Su rendimiento ha sido una de las sorpresas más agradables del verano.

Otro nombre que ha irrumpido con fuerza es el de Aitor Sarabia, extremo izquierdo de Albudeite, nacido en 2007. Llegó desde la cantera del Valencia y está en su último año juvenil. Tendrá ficha juvenil, pero entrenará con el Imperial. Ha encajado con naturalidad desde el primer minuto. Encarador, valiente y con buen pie, Sarabia ha demostrado que no se arruga. Aunque el puesto parece destinado a Álvaro Bustos, recién llegado de la Ponferradina, Etxeberria no descarta darle minutos al murciano en determinadas fases de la temporada. Su cláusula ronda el medio millón de euros, pero es escalable: si juega con el primer equipo, si el club asciende, si cumple ciertos objetivos… puede llegar a varios millones.

El tercero en discordia es Álvaro Aquino, este del 2008, que ya debutó con el Imperial la pasada campaña, cuando aún era juvenil de segundo año. Su apellido pesa: es hijo del máximo goleador histórico del club y hermano de Dani ‘el torito’ Aquino, que este verano quiso volver tras ascender con el Ceuta. Álvaro tiene talento, visión y carácter. No le pesa la herencia familiar, al contrario: la usa como impulso. Su cláusula es similar a la de Sarabia, con variables que la hacen crecer según su evolución. El club lo sigue muy de cerca, consciente de que puede ser una pieza importante en el futuro inmediato.

La salida de Antonio Toral, una pista para el futuro

Estos tres jóvenes representan algo más que promesas. Son una muestra del trabajo de cantera, de la apuesta por el talento propio y de la visión de futuro que quiere implantar el Real Murcia. En un proyecto que busca estabilidad y competitividad en una plantilla corta, contar con jugadores de la cantera puede ser una decisión estratégica.

Etxeberria los observa, Colunga los pule y Goiria los protege. El camino es largo, pero el primer paso ya está dado. Y si algo ha dejado claro esta pretemporada, es que el futuro del Real Murcia no solo se ficha, también se forma.

La salida de Antonio Toral deja también otra señal de lo que puede suponer la fábrica de jóvenes jugadores. Que sepan gestionar su proceso de irrupción en el club y en el verde, así como que la entidad se guarde un buen porcentaje de su futura venta en caso de salida.